𝗡𝗮𝘁𝗮𝗹𝗶𝗮 𝗦𝗮𝗹𝗮𝘀 ─ [ 𝐇𝐨𝐠𝐰𝐚𝐫𝐭𝐬 𝐌𝐲𝐬𝐭𝐞𝐫𝐲 ➛ 𝓟𝓪𝓻𝓽𝓮 2 ]

Capítulo 6: ¿Alguien ha visto a Beatrice?

Multimedia: Fornax Volant (Álvaro Rico)

Otro día amanecía en Hogwarts y otra noche que Natalia no había pegado ojo. Aunque, a diferencia del día anterior, esta vez no lloraba, simplemente estaba recostada en la cama de brazos cruzados y con la mirada perdida en el paisaje verdoso que se veía desde la ventana del dormitorio.

No había conseguido resolver el misterio del mago encapuchado y, por si eso no fuera suficiente, la hermana de Penny había desaparecido y, ni ellas, ni Bill y Mérula, consiguieron encontrar ni una sola pista. Cada año en Hogwarts iba a peor y no sabía cuánto tiempo más iba a ser capaz de aguantar. Necesitaba un poco de suerte, una dosis de felicidad, por efímera que fuese. Pues, aunque Natalia intentaba no hundirse y, de cara a sus amigos, siempre transmitir total seguridad y apoyo hacia ellos, las noches eran difíciles, pues, con el silencio de éstas, todos los pensamientos negativos salían a flote y Natalia se daba cuenta de que pocas cosas en su vida iban bien. Tenía muchos amigos, cada vez más, eso es cierto, pero... ¿eso compensaba todo lo demás? Necesitaba encontrar a su hermano. Necesitaba poner fin al tema de las bóvedas malditas para poder ser una adolescente normal. Su abuela le repetía que su estancia en Hogwarts sería la mejor etapa de su vida. Si esa era la mejor etapa de su vida... ¿Qué le depararía el futuro?

Natalia se puso en pie, ya se había cansado de sus propios pensamientos negativos y, aunque ese día no tenía clases y podía estar más tiempo en la cama, la rubia prefería ir al gran comedor y desayunar. Y eso hizo, se puso un vestido simple gris que encontró entre su ropa y salió del dormitorio intentando no hacer demasiado ruido, pues el resto de sus compañeras de dormitorio seguían durmiendo.

Bajó a la sala común para, después de eso, dirigirse hacia la salida de ésta. Pero se sobresaltó al escuchar una voz masculina pero aguda, se trataba de un niño de primer año.

Niño: Natalia Salas, una chica pelirroja me ha dado esto para ti. —el niño le entregó una nota.

Natalia: —cogiéndola— Gracias.

Mente de Natalia: ¿Pelirroja? —miró la nota y la leyó— Natalia Salas, te espero en la reserva de cuidado de criaturas mágicas. —resopló y rodó los ojos— Tulip...

Natalia caminó en dirección a donde la Ravenclaw la había citado. Por su sorpresa, cuando llegó a la reserva, se sorprendió de ver a decenas de escarbatos. En el centro se encontraba la pelirroja de espaldas.

Natalia: ¡Tulip! ¡¿Qué has hecho?!

Tulip se dio media vuelta con una expresión de extrema felicidad y emoción. Natalia, por su parte, tenía el ceño y los labios fruncidos.

Tulip: ¡He liberado a todos los escarbatos! ¡A cada uno de ellos! ¡¿No es genial?! ¡Es un caos completamente adorable! —ambas chicas observaron cómo los escarbatos robaban relojes, metales y demás objetos.