—¡Feliz cumpleaños Vicky!— gritó Marina provocándome un dolor de cabeza que duraría todo el día, a pesar de eso había sido el mejor de los despertares.
—Vamos, sal de esa cama, que hoy cumples 18, eres mayor de edad tía— decía Rocio como si de su edad se tratase, haciéndome reír a carcajadas a pesar del mal humor que me cargaba en las mañanas.
—Hoy te pondrás el mejor conjunto de ese armario, saldremos a caminar Londres y se te olvidará que ayer tuvimos esa pesadilla de examen—dijo Marina.
—Pues si esos son los planes no hay más nada de qué hablar—dije.
Era sábado, mi cumpleaños, hacia 18 años atrás que mi madre estaba en la sala de un hospital esperando mi llegada, según ella me tardé, ya sabía yo lo que me esperaba en este mundo como para no querer desligarme de mi madre.
El día anterior habíamos tenido el examen de Estadísticas y después de varias desveladas y muchas tazas de café el resultado parecía ser satisfactorio, si lo aprobaba entonces comenzaría a plantearme el hecho de seguir estudiando con cifras sino tendría que seguir estudiándolas pero lo seguiría haciendo de mala gana.
Yo era la primera de las tres en cumplir la mayoría de edad y las chicas estaban tan emocionadas que prepararon toda una lista de cosas por hacer en la ciudad, no tendría tiempo ni de pensar en que me hubiera gustado pasar ese día con mis padres y mi hermana, después de todo creo que era la intensión de ambas.
Nuestra primera parada fue en el Coffee Moments, después de tantos días de estrés necesitábamos una dona de chocolate y un café bien cargado. La dependienta, que ya era amiga nuestra, se acercó hasta nuestra mesa con una tarta en las manos, era el pastel más hermoso y a la vez delicioso que había probado jamás, durante los segundos que duró la canción de "Cumpleaños feliz" me sentí como en casa, soplando las velas y pidiendo deseos que todavía no sé si alguien escucha, aun así, con 18 años, continuaba haciéndolo.
Tras salir de la cafetería nos fuimos de compras. Observando en los escaparates Marina descubrió tres colgantes de plata a los cuales le colgaban diferentes letras, no se pudo resistir y compró uno para cada una de nosotras con las respectivas iniciales de nuestros nombres, ese día prometimos llevarlos siempre como símbolo de la permanencia de nuestra amistad.
Cenamos en uno de los restaurantes del barrio Covent Garden, las vistas eran espectaculares hacia la calle donde pudimos apreciar las presentaciones de artistas callejeros mientras disfrutábamos de una cena espectacular.
—¿Cómo se siente tener 18?—bromeó Marina.
—Muy bien, te sientes superior a tus amigas—respondí y todas reímos al unísono.
Las chicas se habían encargado de hacerme pasar el mejor de los cumpleaños, hablé con mis padres a toda hora del día y le envié muchas fotos para sentir que los tenía un poco cerca y a Carla le prometí que algún día recorreríamos aquellas calles juntas.
Revisaba mis notificaciones con regularidad excusándome con que podrían ser mis padres pero en realidad estaba deseando que fueran Frank, ideas estúpidas que venían a mi mente porque era imposible que supiera mi fecha de nacimiento. El tono de mi celular interrumpió dichos pensamientos y ver su nombre en la pantalla me hizo sentir tranquilidad, sí que lo sabía, lo había recordado.
—Hola—malditos nervios, hacían que mi voz pareciera una electrocardiograma, mas temerosa imposible.
—
Hola Vicky, ¿qué tal se está en la cúspide de las edades?—Frank habló y mi cuerpo se estremeció por completo.—Dímelo tú, que tienes 18 hace tres meses—bromeé.
—¿Pensaste que lo olvidaría?
—No Frank, pensé que no lo sabrías, de hecho no tienes por qué saberlo de no ser por mis amigas que siempre hablan de más—dirigí mi vista hacia ellas y emitieron una risa de complicidad.
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El camino hasta ti [# El Camino I] ✔ [Completa]
Teen FictionDos caminos diferentes pero con más similitudes que ninguno. Victoria, lleva toda su vida enfocada en cumplir sus sueños académicos, lo que no sabe es, que el amor llegará y de mano de quien menos lo espera. Su percepción del mundo y de las personas...