Capítulo 31

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Esa misma tarde.

Prendieron la televisión de la sala para ver una película que pasarían hoy, la película iba a mitad, pero ustedes dos no paraban de comerse a besos mientras jugueteaban y reían en el sofá.

Tu: ¿Sabes que te adoro?

Jimin: Yo también —beso tu cuello y reíste—

Tu: Me haces cosquillas, Jimin —el seguía besando tu cuello—

Jimin: Es que me encantas —se separó para mirarte— tus ojos, tus labios, tu piel, toda tu me encantas —besaste cortamente sus labios—

Tu: Y tú a mí también —sonreíste— ¿Quieres que continúe masajeándote?

Jimin: Claro —se acomodó y comenzaste a masajearle los hombros—

Tu: Tienes los hombros muy duros ¿Te sientes mal?

Jimin: No para nada ¿Por qué?

Tu: No nada ¿Crees que te puede pasar alguna cosita? —se acomodó para mirarte—

Jimin: No ¿Cómo que otra cosita? —volvieron a los besos—

Mientras ustedes estaban derramando miel la puerta no dejaba de sonar, de pronto escucharon como los toquidos se hacían más fuertes y se separaron, eran los Vicedecanos que entraron como si nada.

Vicedecanos: ¿Qué pasa aquí?

Tu: ¿Y a ustedes que les pasa? ¿Cómo se atreven a meterse así a nuestro departamento? —te pusiste de pie del sofá mirándolos seriamente—

Jimin: ¿Qué les pasa, eh? —se puso a tu lado—

Vicedecana: Fue... por una emergencia —dijo nerviosa—

Vicedecano: Si es que nos avisaron que alguien ajeno entro en el internado y solo estábamos haciendo una ronda de inspección

Jimin: Aunque se meta la policía militar ustedes no tienen ningún derecho a meterse así a nuestro departamento

Tu: Así es, no lo tienen y esto lo sabrá la directora

Jimin: Es invasión a la privacidad

Vicedecana: No no no de verdad, discúlpenos

Vicedecano: Si perdónenos —dijeron antes de irse a paso rápido de ahí—

Tú y Jimin se miraron, ambos soltaron una carcajada y volvieron a los besitos.

Tu: ¿Te imaginas si nos hubieran visto en plenos besos? —sonreíste y se sentaron de nuevo en el sofá— nos hubieran acusado de "indecentes" —hiciste comillas— me pregunto quién se habrá metido al internado para que hayan venido a revisar aquí

Jimin: A lo mejor estaban espiando e inventaron esa mentira —lo besaste— oye ¿Te puedo hacer una pregunta?

Tu: Ay no ¿Ya vas a empezar con tus preguntas? —sonreíste divertida— te contestare, pero... no seas explicativo, ni que sea difícil la pregunta y tampoco seas rollero —enumeraste con tus dedos y el sonrió—

Jimin: Ay pues... está un poco complejo... ¿En cuál habitación dormiremos? ¿En la tuya o en la mía? —se acercó a tu oído y susurro sensualmente, sonreíste y este te miro—

Tu: Eres un tontito —ambos rieron y lo besaste—

Jimin: ¿Sabes? siento que todo esto es como un sueño —sonrió y suspiro— yo quería estar así... así como estamos ahorita... desde el primer día que te vi —acaricio tu labio inferior con tu dedo—

𝘼𝙢𝙤𝙧, 𝙧𝙚𝙘𝙪𝙚𝙧𝙙𝙖𝙢𝙚 ; 𝙅𝙞𝙢𝙞𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora