Solo se le reinicio el windows a mi marido cuando creyó que estaba tiesa.

Capitulo 9

Tras la noticia de que había aparecido el fantasma de la primera duquesa, la mansión se envolvió en un aire cada vez más lúgubre. Y por el contrario, el tratamiento de Sebelia fue mejorando paulatinamente. Fue realmente gracioso.

Se revolvió el pelo al recordar la comida que la criada le había traído esta mañana.

"Funcionó mejor de lo que esperaba."

Ha pasado un tiempo desde que probé carne con muchas especias.

—Debe ser una prueba de que todos se están tomando la maldición en serio.

La primera duquesa de Bellita. Para ser honesto, ella era un fantasma que Sebelia no podía entender.

Bellita Inverness fue decapitada por su amado esposo. Aún así, ella no renunció a su amor por su esposo. Al final, se convirtió en un demonio retorcido por el odio a su esposo y el amor que no podía dejar ir ni siquiera después de la muerte. Bellita, que se convirtió en un parásito fantasma en la mansión, apareció de generación en generación, maldiciendo y matando a personas inocentes.

Que inteligente.

—Mi señora, he traído un aperitivo.

—Ah. Adelante.

—..... Sí.

Como si aún no hubiera borrado todo el odio de su corazón, entró una doncella de expresión temblorosa.

Hizo una pausa a la mitad como si estuviera arrepentida de lo que estaba haciendo, pero finalmente terminó su trabajo.

—Simplemente me iré.

De repente, la pequeña mesa se llenó de sacramentos para una suntuosa hora del té.

Platos adornados con oro y bonitos refrigerios. Y una tetera con un aroma fragante.

Sebelia sintió una sensación de vacío en lugar de alegría frente a la hospitalidad drásticamente cambiada.

—El miedo vence al odio.

Una duquesa, que muere bajo la maldición de Bellita, a veces se convirtió en otro fantasma bajo su influencia.

Al final, los sirvientes temen morir y que ella vaya a convertirse en otro demonio y llevárselos.

"La duquesa muerta es más influyente que la duquesa viva."

Sebelia, que se reía, tomó un sorbo de té.

—Huele bien.

La hora del té a tiempo para ella, que es tratada como una espina en la mansión, fue un lujo. Teniendo en cuenta que hasta hace unos días tenía que estar atento para pedir preparar té, fue un gran avance.

"Por eso la primera duquesa debe ser una existencia temible."

Recordó el retrato de Bellita colgado en el pasillo.

Se veía feliz con su largo cabello negro colgando como el cielo nocturno, sosteniendo la mano de su esposo en su hombro y sonriendo mirando al frente. Sin saber lo que le depara el futuro. Aun así, estaba mejor que ella misma.

"Porque una vez fue amada."

Fue un amor que terminó en tragedia debido a un malentendido, pero fue amor de todos modos. (Inukyo, eres tu?)

"Pero ni siquiera tuve la oportunidad de tener eso."

Antes de que pudiera siquiera dibujar la forma del amor, se vio privada de todas las posibilidades.

"[Ahora no confío en nadie como tú]

Por el hombre que la miró con arrogantes ojos dorados.