— ¿El qué? — inquirieron a coro los demás marinas, quienes acudieron ante la señal de alarma de Kanon. El Dragón Marino, como consumado comandante que era, les hizo un gesto de apaciguamiento a todos.
—Señores, está claro que tenemos un enemigo poderoso en el Templo Marino. Al parecer se ha posesionado de Sorrento de Sirena y lo está manipulando para lograr sus objetivos. Tenemos que hacer lo imposible, puesto que nuestro señor Poseidón también ha desaparecido, y es casi seguro que está en las garras de nuestro enemigo.
Todo esto lo dijo con la voz más neutral posible. No le gustaba la idea de sonar temeroso, y menos delante de los demás marinas que le tocaba dirigir. Además, tampoco quería infundir pánico. Tenían que pensar serenamente y trabajar en equipo.
— ¿Alguno de vosotros tiene idea de quién puede atacar a Poseidón, además de la diosa Atenea y sus caballeros de bronce?
Se hizo un silencio largo entre los marinas. Se oían murmullos nada más. Kanon comenzó a impacientarse, aunque su rostro no lo denotase.
«Tiene un cosmos sumamente poderoso, pero no tengo idea a quien pueda pertenecer. Aun así, estoy totalmente seguro de que se trata de algún titán poderoso u otra deidad »
Finalmente, uno de los marinas dio paso al frente.
—Señor, yo sé quién puede ser nuestro enemigo.
Kanon alzó la vista para ver quien de los marinas habló: era un joven que portaba escamas muy labradas que correspondían a la legendaria bestia de Scylla. Su cabello era de un color rosa claro y tenía ojos marrones intensos y chisporroteantes de energía. En su rostro se denotaba la seguridad y serenidad típica de los marinas.
Kanon sonrió y lo instó a hablar.
—Entonces dinos, Eo de Scylla. Háblanos de nuestro posible enemigo.
—De acuerdo a antiguas leyendas, nuestro señor Poseidón tenía un aliado cuyo nombre era Leviatán. Él, al igual que nuestro señor, poseía forma humana también.
Otro coro de murmullos, esta vez llenos de asombro y expectación. Cuando enmudecieron, Eo prosiguió.
—Cuentan estas leyendas que Leviatán fue expulsado de los ejércitos del señor Poseidón y condenado a permanecer para siempre en su forma de colosal serpiente marina.
A Kanon se le agrandaron los ojos. De joven, había escuchado leyendas de los pescadores griegos: un monstruo enorme, colosal, de ojos rojos brillantes y escamas multicolores que podía incendiar aldeas enteras.
— ¿Dices que Leviatán ha venido por venganza contra nuestro amo y señor? — inquirió Kanon con calma.
—Así es, señor — contestó Eo —. Incluso hay una profecía que anuncia lo que sucederá cuando Leviatán regrese a este mundo. La gran mayoría sólo conocen un fragmento, pero mi padre, quien toda su vida fue pescador y también navegante, me la contó completa.
Kanon comenzó a escuchar con halagador interés. Los demás hicieron corro alrededor de Eo también para escucharle.
— "Cuando la concha de los siete colores del arco iris brille con todo su esplendor, los mares se agitarán, dándole la bienvenida al legendario dragón de los siete colores que sembrará el terror entre los navegantes y el mundo entero..."
Kanon sintió un escalofrío recorrerle la espalda de largo a largo. Obviamente no estaban hablando de un enemigo cualquiera, sino de uno tan fuerte como el mismísimo Poseidón, y que además, seguro lo conocía desde la era mitológica.
—La otra parte de la profecía de Leviatán es "cuando el titán de los mares surja, su templo también lo hará desde las entrañas de la tierra. Peleará contra todo aquel que se le oponga en su búsqueda de la supremacía de los mares, y próximamente del mundo entero."— siguió relatando Eo —. "Solamente sucumbirá ante el poder de un ser de los mares que esté en sus mismas condiciones"
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El cielo o el infierno del mar
FanfictionCegado por su inquina hacia Sorrento, Kanon de Dragón Marino se propone hacer de su vida un completo infierno sometiéndolo a una serie de abusos y torturas sexuales hechas de una manera sistemática y constante, con el solo objetivo de mellar en el c...