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Dos semanas habían pasado desde el incidente del gimnasio, las cosas habían tomado un curso menos candente y habían tomado su distancia.

¿Enserio lo creíste? Para nada, cada que esos dos tenían oportunidad se comían como si de un dulce se tratara.

Jimin cada oportunidad disponible engañaba a su hermana para salir con Taehyung (que posteriormente lo dejaría con Jungkook) y besarse como si no lo hubieran hecho nunca.
Esta práctica había nacido aquel día en el instituto, desde que probó lo que era el arte de besar no quiso soltarlo más, amaba estar en los brazos del mayor pero sus besos eran increíbles.

Jungkook no se quedaba atrás, no podía sacarse de la cabeza a ese hermoso rubio y sus besos deliciosos, los labios más esponjosos y dulces que había probado jamás. Ese día ambos estaban en casa de Jungkook, precisamente en su cama toquetandose comiéndose la boca.

- Mi hermana dijo que vendrá tarde a casa, de todas maneras ¿Podrías llevarme? - Preguntó juntando sus narices. Nariz con naricita.

- Claro.- Apesar de que Jimin no pudiera verlo sentía cuando el Alfa estaba feliz, ansioso, triste o molesto. En este caso el estaba feliz, pudo escuchar una risita salir de sus labios en cuanto frotaron sus narices. Las manos de Jungkook estaban acariciando su pequeña cintura y gruesos muslos, disfrutando de la risita de Jimin ante cada cosquilla que su tacto le provocaba.

-Alfa quiero entregarme a ti y que me marqués, como siempre he deseado.- y ahí murió el momento.

El Alfa dejó de tocarlo y frunció el ceño al escuchar marca, en su mente solo podía reproducirse la palabra "compromiso", estaba en una relación con Jennie efectivamente pero ambos sabían que era una relación abierta, jamás habría marca de por medio.

-Jimin sabes que no podemos, eres aún muy pequeño y una marca...ya sabes.. conlleva muchas cosas.- Susurró levantandose de la cama, ayudó al menor y pronto estaban saliendo de la residencia hacia casa de Taehyung, el camino era silencioso, Jimin nuevamente estaba llorando, odiaba acabar en qué el no lo quería marcar. Era tanta su ilusión de poder ver a Jeon y estar con el qué estaba empezando a desesperarse, el mayor ya estaba acostumbrado a este tipo de situaciones y lo único que podía hacer era acariciar su mano mientras conducía.

-Kookie, ¿Y si te pidiera que me marcaras..sin necesidad de quedarte conmigo?- Susurró.

Jungkook se quedó helado.

- Sabes que eso no se puede, podría ser mortal para ti y no quisiera dejar de verte.- Estacionó el auto y se quedó unos minutos dentro de el junto al más chico, el último no tardó en sacar su bastón y bajar para dirección del hogar, dejando sin decir nada más al pelinegro.

Jimin cada vez perdía más las esperanzas, el chico no quería si quiera llegar más allá de sus besos, los adoraba pero el no podía quedarse así toda la vida, sentado en su cama apretó la tela de sus pantalones, suspiró y se dejó caer a la cama dispuesto a dormir.

Una vez más pensó si estaba siendo egoísta al pedirlo.

Mientras el pequeño pensaba y su cabeza se llenaba de dudas, el otro estaba golpeando ferozmente su pelvis contra el culo de su novia, buscando satisfacer esas ganas que desde hace tiempo ha estado teniendo gracias a Jimin, pero ni siquiera el cuerpo de ella ni matándose a pajas podría remplazar lo que sería estar con el.

-¿En qué tanto piensas?- La chica se acomodó sobre la almohada haciendo contacto visual con su novio apenas finalizó la cogida. - Desde hace muchos días estás raro, creo saber la razón de eso ¿Es que acaso ya no te complace acostarte conmigo como antes? Claro, seguro la putita esa ya te abrió las piernas a la primera palabra bonita y solo tienes ojos para el.- Ni siquiera pudo reírse cuando Jeon ya la estaba tomando del brazo para arrastrarla por todo el corredor, escaleras, sala y finalmente sacarla fuera de su casa, con la sábana cubriendo su cuerpo y nada más.

- Te advertí una vez que dejaras de llamarlo así, me tienes harto con tus estupideces, no quiero que vuelvas a poner un solo pie en mi casa. Terminamos.- Sin más le cerró la puerta en la cara.

¿Quién no se cansaría de escuchar todo el tiempo quejarse a su novia de un chico con el que el puede estar si quiere? Ya habían acordado como sería la relación, odiaba esos tesoros que cada vez le hacía pasar la castaña.

Gritaba y pataleaba su puerta pidiendo que tan si quiera le diera su ropa, pero Jeon se hacía oídos sordos y por si fuera poco su erección seguía ahí, esperando ser metida en el agujero correcto, el único que quería.

- No lo voy a marcar, ni siquiera te pongas de su lado. Como castigo te tocó agua fría .- Gruñó siguiendo a la ducha.



El rubio despertaba a eso de las siete de la mañana su despertador no sonó y se le hacía algo tarde.
Su rutina consistió en colocarse un lindo atuendo que consistía en una falda a cuadros rosada y un suéter del mismo color escogido por su hermana. Si el pudiera verse se daría cuenta de lo espectacular que lucía.

En la escuela atrajo miradas tanto de hombres como mujeres. Algunos pensando vulgaridades, otros halagando y otros envidiando. Con ese cuerpo quién no le tendría envidia.

Todo ese día Jimin y solo Jimin fue el centro de atención, le agradaba que le dijeran que se veía lindo pero no era lo mismo si el no se lo decía.

En todo el día no pudo olfatear su encantador aroma, buscaba por todos los lugares pero nunca apareció, cerca de los baños parecía estar un aroma similar al de su alfa, cuando estuvo a punto de entrar una chica con un terrible aroma (en lo personal) salió del baño riendo bajo, al decifrar quien era su corazón se estrujó. Pensó que el ya había terminado con ella.

Apretó los tirantes de su mochila y entró al baño, olfateando hasta que finalmente lo encontró, pero este se le abalanzó encima.

-¿Kookie?- Preguntó confundido, el alfa no dejaba de olfatear su cuello y eso le estaba produciendo muchas cosquillas, empezó a reír. - ¿Por qué haces esto? Nos van a regañar kookie.- siguió riendo hasta que su falda fue arrancada y en un pequeño saltito intento alejarse.

- Jungkook esto ya no me gusta, pensé que no querías marcarme ni tener algo conmigo.- El alfa seguía sin responder, intentaba ahora sacarle la ropa interior al chico, estaba aterrado pues por más que le insistía que se detuviera este no tenía intenciones de hacerlo. Sus piernas empezaron a flaquear cuando su parte baja quedó completamente desnuda y el contrario intentaba abrir sus piernas para entrar en el.

- Te dije que no quiero, por favor no.. Jungkookie..tu lobito no permitiría que hicieras esto..- El chico había por fin tirado al suelo al Omega, haciendo más fácil todo, teniendo su entrada libre empezó a restregarse en el. En un Jimin que no dejaba de llorar y pedir que parara, hasta que un golpe en seco se escuchó y un aroma ajeno llegó a sus fosas nasales, Jeon se quedó frío.

Había encontrado a su pequeño apunto de ser violado.

Moon Blind ; KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora