chocolate & un cigarro (experiencia rd)

XXVII. No entres.

Holaaaaaaaa
¿cómo están?, espero que estén muy muy muy bien, y que no tengan tarea hsksjs.

yo estoy bien.

Esto que les voy a pasar sucedió un día después de lo de Remus.

Me encontraba yo en camino al gran comedor estaba a no mas de cinco metros, cuando veo que Lily y Remus se acercaban a mi, se veían preocupados.

Mis dos amores fallidos HAKAJA.

—Aurora—Dijo Lily.—Te estábamos buscando.
-¿Por?—Contesté y seguí caminando hacia el gran comedor, ellos me siguieron.
—Es que, bueno, ¿cómo estás?—Preguntó la pelirroja.

Yo después de haber llorado y vomitado toda la noche:

-No podría estar mejor, Lily—Contesté.—¿Qué sucede?
—Esto sonará raro—Comenzó Remus.—Pero, no entres.
-¿A dónde?—Le pregunté confundida.
—Al gran comedor.—Terminó Lupin.
-¿Por qué?—Pregunté.

O sea, si me vas a prohibir algo, mínimo dime porque.

—¿Confías en mi?—Preguntó Remus con el mismo tono que cuando me lo preguntó anteriormente para invitarme a salir.
Me quedé callada un segundo y lo vi a los ojos.
-¿Por qué no puedo entrar?—Dije finalmente.

Se sentía la tensión.

—Solamente no entres.—Agregó Lily.

Luego salieron James, Peter, Sirius y Marlene del gran comedor.

-Aurora—Dijo James.—No entres, vámonos a la oficina de Dumbledore.

Necesito mucho contexto.

—Ajá—Dije.—¿Por qué?
-Por favor.—Dijo Sirius.—No entres.
—Yo si quiero entrar, con permiso.—Dije y me escabullí entre ellos, era fácil puesto que la más bajita era Lily y me sacaba como 10cm.

Entré al gran comedor y todos me estaban viendo, pero como si yo tuviera en la cabeza un letrero que dice "Pendeja".

Y de la nada...

ZAZ.

Sentí un golpe en la nariz, pero fuerte, no mamadas, fuerte.

La cosa es que eso en el mundo mágico es poco común, si te peleas lo haces con magia, no con golpes.

En lo que agarraba el pedo otra vez ya tenía a Bellatrix y a Narcissa Black frente a mi apuntándome con sus varitas, Regulus tratando de calmarlas y Lucius y Snape riéndose.

¿Qué chingados?

—¿Me acabas de golpear?—Le pregunté a Narcissa.
-Sí—Contestó.—No usas el cerebro mucho ¿cierto?
—¿Por qué lo hiciste maldita agresiva?—Le pregunté, estaba tan enojada.
-Por lo que hiciste tú.—Contestó Bellatrix.
—Nadie está hablando contigo.—Le contesté.

Ella pareció ofenderse.

-¿Qué harás?—Preguntó Bella.—Lo único que enseñan en tu casa son pociones.

Es que mi familia es millonaria por una empresa de pociones.

—¿Sabes?—Comencé.—Siempre aplicas cosas nuevas, por ejemplo, tu hermana me golpeó y lo único que enseñan en tu casa es la maldición cruciatus, ¿no es así?

Ahora lo pienso, y creo que eso no fue muy amable de mi parte, fui muy poco tolerante, me ganó el coraje, pero hoy me arrepiento de haberles hablado así, podría pedirles perdón si no me odiaran.