chocolate & un cigarro (experiencia rd)

LXXXII. Da igual.

Hola chavosssss
¿qué tal su día?

Antes de todo, le dedico este capítulo a mi ex, Michelle, (o Mixie, como le quieran decir), agradézcanle, porque escribí esto solamente porque ella me lo pidió JAJAJA.

Anyway, chavos, les estaba contando que dormimos juntos, todo cool, la mañana siguiente desperté y él seguía dormido, como siempre, me metí a bañar y comencé a arreglarme para bajar a desayunar cuando escuché una voz ronca.

-¿Qué hora es?—Me preguntó.
—Ni idea—Dije.—Pero seguramente pasan de las 10.

Él se sentó en la cama.

-¿Por qué te levantas tan temprano?
—No me levanto temprano—Contesté.—Tú te levantas tarde.

Él solamente sonrió.

-Me voy a bañar.—Dijo.

Yo asentí con la cabeza mientras me ponía máscara de pestañas.

Cuando salió se veía guapísimo el hdspm, traía la playera de la pijama, unos pants suyos que tenía en mi cuarto y el cabello mojado y despeinado.

Guapísimo mi hombre.

-Vamos a desayunar—Dijo tocándose el abdomen.—No como nada desde ayer en la tarde.

Y me regañaba a mi por no comer, tantita madre.

—Nada más te estaba esperando para bajar.
-Pues vámonos.—Me dijo.

Bajamos juntos, todo equis, hasta que vi a Mateo, se me olvidó, pobrecito.

Sinceramente lo iba a ignorar, pero eso hubiera sido muy mierda de mi parte.

—¿Te adelantas?—Le pregunté a Remus.
-Sí.—Dijo y siguió caminando hacia el gran comedor.

Mateo me vio y me medio sonrió.

—Hola, buenos días.—Lo saludé.
-Buenas.

—¿Cómo dormiste anoche?—Le pregunté.

Aunque no me gustaba, la verdad es que lo apreciaba mucho, y de verdad me preocupaba por él, es buen niño.

-Bien—Dijo.—Normal.
—Que bien.

Silencio incómodo*

-¿Y tú?—Me preguntó.

Dormí poca madre

—Bien—Le dije.—Un poco chueca.

Él rió un poco.

-¿Ya regresaron?—Me preguntó.

Yo lo vi con un poco de pena y vergüenza.

—No—Comencé.—No exactamente, hablamos las cosas y se quedó a dormir en mi cuarto.
-¿Van a regresar?—Me preguntó.

—Técnicamente no podemos regresar—Le contesté.—Nunca estuvimos juntos, oficialmente no.
-¿Puedes dejar de darle vueltas a los asuntos?

—Perdona—Le dije.—No sé si vamos a "regresar", pero espero que sí.
-¿No pudiste decirme?

—Relájate un chingo, yo nunca te dije que quería algo contigo, jamás.

Él no dijo nada.

-Tienes razón, es mi culpa.
—No es culpa de nadie—Le dije.—Solamente no se dio, a veces eso pasa.

-Yo malinterpreté las cosas.
—Tal vez, pero es normal, a todos nos pasa.

-Pensé que solamente te estabas haciendo la difícil, pero que en realidad sí te gustaba.
—Ay, amigo—Comencé.—Perdona.