chocolate & un cigarro (experiencia rd)

XXXVI. Hazlo.

Holaaa calabacitas
¿cómo están?

HSKSJSJS espero que muy bien, yo estoy bien, algo cansada, pero bueno, en general todo bien :)

Este capítulo me emociona porque es mi primera "pelea" con Remus HAKAJ, no la más fuerte, pero si la primera, la recuerdo como si hubiese sido ayer.

Anyways, les cuento, ya habían pasado unos días después de la fiesta, o sea, ya estábamos en Hogwarts otra vez si que si.

Estaba con James en la sala común de Gryffindor, le estaba enseñando a hacer aviones de papel, porque solamente sabía hacerlos con magia, entonces le enseñé paso a paso.

—Y lo doblas ahí.—Dije.
-¿Aquí?—Preguntó James.
—No, ahí.—Dije señalando el ala el avión.
-Ah—Comenzó.—Aquí.
—Dámelo—Le dije y estiré la mano para que me diera el avión.—Lo voy a hacer y luego lo haces tú.

Y ahí llegó Remus.

-Aurora.—Me llamó.
—Dime.—Dije aún doblando el avión de James.
-¿Podemos hablar?
—Dame 10 minutos, Rem.
-Por favor.—Dijo con la voz cortada, cosa que hizo que James y yo volteáramos a verlo.
—Claro.—Dejé el avión en la mesa y fui con él.

Llegamos a su cuarto y cerró.

Yo sentía el vomito en la garganta, las lágrimas en los ojos y el sudor en las palmas de las manos.

-Muffliato.—Susurró.

Miren, eso podía terminar muy bien o muy mal, MUY mal.

—¿Qué pasa, Rem?—Pregunté.
-Siéntate.—Dijo, hice caso y me senté a la orilla de la cama.

-He estado pensando—Comenzó.—Sobre nuestra relación.
—¿Y?
-¿Quieres seguir con esto?—Preguntó sin siquiera hacer contacto visual conmigo.

—Claro—Contesté y tragué saliva.—¿Tú?
-No es que no quiera...—Comenzó.

Ay no me hagas esto, hombre por favor.

—Mhmm.—No dije nada más.
-No puedo.

¿Escucharon? Fue mi dignidad yéndose por el caño, junto con mi vómito.

—¿Qué no puedes?—Pregunté consternada.
-Es que...—Comenzó.

La licantropía, claro, era eso.

-No puedo Aurora.—Terminó.
—No quieres.—Dije en tono de corregir.

-Yo te quiero, y quiero estar contigo—Dijo.—Pero no puedo permitirme ser tan egoísta.
—¿Ahora te molesta ser egoísta?—Pregunté.

-¿Cómo?
—¿Por qué no te importó ser egoísta antes?—Comencé.—Nos hubiéramos ahorrado toda esta mierda.

-Perdona.
—No, Remus, no—Dije.—Ese no es el punto.

-¿Cuál es el punto?
—No puedes hacer eso.

-Perdóname.
—Remus.

-Yo no puedo dejar que estés con alguien como yo.
—¿Perdona?—Pregunté ahora molesta.—Alguien "como tú", ¿cómo eres?

-No soy suficiente.
—No digas eso—Dije.—No voy a permitir que te quieras tan poco como para decir que no eres suficiente.

-Gracias, pero no.
—¿No qué?

-Solamente no.
—Pero...—Dije y suspiré—No tienes que decir nada, no me debes una explicación, pero creo que la merezco.

-Claro que la mereces, Aurora...—Comenzó, pero se frenó.