19 13 0
                                    


El otro señor Payne era... bastante extraño.

Llevaba la barba larga al igual que el cabello, ambos sedosos y bien peinados. Su traje sastre estaba pulcramente planchado y sus zapatos lustrados rechinaban levemente a cada paso que daba. El bastón repiqueteaba a su lado y seguía a Harry hacia la habitación que le sería asignada.

Lo extraño en el no era su apariencia, era un señor algo tosco y ligeramente robusto que despendía aroma a colonia de mandarina, vestía pulcra y formalmente. Lo que descolocaba ligeramente a Harry era que el hombre sacaba su reloj del bolsillo de su chaleco cada siete pasos mas o menos, lo cual los iba demorando en su camino. 

También tenía esta mirada algo enloquecida como si hubiera bebido mucho café, o se hubiera drogado, una de dos. Por último y más inquietante que lo antes mencionado, el nuevo señor Payne, o Liam como el hombre se había presentado, parecía no poder resistir esa risilla burlona e irritante cada vez que Harry le dirigía la mirada.

Cuando por fin lograron llegar a la habitación, el señor entro empujando la puerta con fuerza e inhalo profundamente.

—Esta habitación huele a amarillo, me gusta —exclamo el señor para proceder a sentarse en el sillón junto a la ventana. —Styles, me agradaste desde la primera vez que te vi. Tardé más en encontrarte de lo que creí, pero aquí estamos. Ni siquiera tuve que esforzarme esta vez.

Okay, este señor sí que está loco, pensó Harry.

—No, no estoy loco. Estoy mas cuerdo y lucido de lo que cualquiera podría estar —volvió a soltar la misma risilla chillona antes de sentarse pesadamente en el diván de su habitación.

—¿Lo puedo ayudar con algo mas señor Payne? —dijo Harry intentando no prestarle mucha atención a las cosas raras que el señor había dicho anteriormente.

—A decir verdad, sí.  —dijo el señor mirando atentamente su reloj. —¿Puedes venir a eso de las 6 con 30 minutos?

—Es decir, en una hora exacta. ¿cierto? —cuestionó Harry también mirando su reloj de pulso. El señor Payne le sonrió con algo parecido a la malicia, Harry salió de la habitación y se dirigió a la habitación de su paciente favorito.

AMOR A TIEMPO  (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora