Capítulo 5: Veredicto

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Capítulo 5:
Veredicto

Capítulo 5:Veredicto

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Maritza tiene miedo.

Se ha preparado durante toda mi vida para ocupar mi cuerpo y si mis alas son cortadas no le seré de utilidad. Mi magia se perderá. Por un lado, esa es una buena solución, lo mejor es que me convierta en humana. Aunque sé que igual eso no la detendrá, ella buscará la forma de regresar porque ya todas las piezas de su juego están en movimiento. No se puede retroceder, solo seguir hacia adelante. Pero si le impido tomarme, eso la retrasará un tiempo.

Es todo lo que puedo hacer.

El regreso de la bruja no tiene nada que ver con el ritual que fue interrumpido. Lo que ella buscaba con eso era el control de Encantus por medio de cinco herederos que deben estar a su voluntad. Como marionetas. Algo que puede volver a intentar si se le presenta la oportunidad.

El secreto mejor guardado de Maritza es su propia hermana. Cuando lo descubrí me di cuenta del monstruo que es ella, pero era tarde. Ya estaba marcada y con una cola de paja muy extensa. No supe como deshacerlo y no lo sé todavía. Su maldad no tiene límites.

Paso las horas mirando la reja y preguntándome ¿qué estará pasando entre la reina oscura y la de verano? La rivalidad que existe entre ambas siempre es un impedimento para que lleguen a algún acuerdo.

Aunque me he resignado a recibir mi castigo, comienzo a sentirme esperanzada de que exista una pequeña posibilidad de que la obstinada de María Fernanda consiga mi traslado hacia su corte. Ese sentimiento de supervivencia se activó en el momento en que Lyon me dio la noticia. Si la reina de verano puede liberarme de esto, encontraré otra forma de quitarme la marca de Maritza sin tener que terminar como la quien fue la reina de hielo. Gina murió para alimentar la magia de la bruja y aunque esa corte ahora tiene un nuevo rey, el sacrificio de Gina puede tener consecuencias devastadoras en el futuro. Esa corte no se encuentra equilibrada, y el resto de Encantus tampoco lo estará.

Me distraigo un segundo para contemplar el techo, no hay mucho que ver en una celda más que las cuatro paredes que me encierran. Cuando vuelvo la mirada hacia la reja, encuentro al rey, cruzado de brazos y con el hombro contra reja. Observándome.

Salto de la cama y me paro erguida, intimidada ante su presencia. Al rey Geraldo nunca lo llegue a conocer como gobernante de la corte oscura, yo ni siquiera había nacido cuando Arcadia traiciono a su corte, a su propia hija por la hermandad. Ya fue en la frontera de las tinieblas donde nos vimos por primera vez, y aquel entonces yo estaba atrapada en mi propia cárcel y ante sus ojos fui un monstruo, o quizás aún lo soy.

—¿Te dijo Lyon que la reina de verano vendría? —pregunta.

—Sí, su...

—Geraldo —me interrumpe—. Deja las formalidades para mi reina —dice con una media sonrisa.

Me relajo un poco. Él es el lado opuesto a Zulay, mientras que ella es todo un régimen, severa, él es a quien

—Sí, Geraldo —contesto.

Encantus. Alas condenadas (libro 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora