Luca.¿Olvidé mi tarjeta a propósito?
Lo hice.
Tenía que verla de nuevo. Quiero verla en algún otro lado, fuera del trabajo.
Pero no me resistí a visitarla.
Sebs es primo de Fran, y adivinen que fue su regalo de cumpleaños.
—Estoy rompiendo tantas reglas en este preciso momento, Luca —habia dicho el—. No se porque estoy haciendo esto.
—Porque eres un buen primo —contesto Fran por mi—, haznos este favor. El chico necesita un paso adelante de Carl, no quieres a una de tus chicas con el imbécil de Carl.
No se que tan bien iba a funcionar esto, pero necesitaba que Sebs me ayudara.
No se que me pasó en ese momento ¿Sabes?, es linda, tiene buen cuerpo, quiero aprovechar esto. Y si tengo que hacer esto para ganarle a Carl, amigo, ten por seguro de que lo haré.
—Sebs, por favor —hable yo—, mira, si tu me das su número, haré lo que quieras por el resto del mes.
El había abierto los ojos tanto que me dio risa.
—Muy bien —saco una hoja A4, escribo algo en un papelito y me lo entrego guardando la hoja—. Que conste que lo hago porque Carl es un idiota y Sof no necesita más mierda —se cruzo de brazos— y hablando de ese favor. Trabajaras en mi bar.
Lo único que pensé en ese momento era si era una consecuencia o un premio.
—Trabajaras los francos de mis empleados fijos por un mes.
—Claro que si primo —le sonreí.
—Y tu tampoco te salvarás, Fran —le apunto con un dedo mientras salía de nuestro departamento—. Trabajaras con el.
Así es como conseguí saber que se llamaba Sofía Vergara y que tenía diecinueve.
Y su número de teléfono.
—¿Luca? ¿Estás aquí? —Fran grito. Salí de mi habitación para recibirlo en el comedor.
—¿Que pas—
Fui interrumpido por un montón de ropa que tiro. Los saque de mi cara y inspeccione. Una camisa blanca, un jean negro y un delantal del mismo color. Lo mire a el, tenía el mismo montón de ropa.
—¿Y esto que? —pregunte mientras veía como se movía hacia la cocina, lo seguí dejando las cosas en el sillón, al igual que el.
—Nuestro uniforme. Hoy Fran abrirá el bar para una fiesta de no se que y está haciendo uso de su favor.
Me sentí un poco culpable por Fran, el solo quería ayudarme y quedó pegado.
—Oye...
—No, no hables. Esta bien —sonrio detrás de la botella de agua— necesito esas monedas extras.
—Sebs no nos paga —le recordé.
—Sebs no te paga a ti —agarro la ropa del sillón y fue para su habitación riendo.
Me lo merecía.
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De Tantos Males
JugendliteraturSe supone que me tengo que presentar... Me llamo Sofía Vergara, tengo diecinueve años y hace un año me gradué. Mis madres se llamas Lucía y Estella. Son el cliché de chica rica y chica pobre con amor impedido por la sociedad y sus padres. Eso de imp...