Sofía.—Sofi, arriba linda, hay que desayunar
Sentí como alguien tocaba mi brazo y me levanté exaltada. Sin fijarme que agarre algo de mi mesa de luz y lo apunté a quien estaba enfrente de mi. Me asusté cuando me di cuenta que era el cuello de Lu. Y que el objeto que estaba empuñando era un cuchillo.
—¡Dios, Lu, lo siento. En serio lo siento!
Tire en cuchillo como si me quemará y junte mis rodillas con mi pecho. Agarre mi cabeza, dolía mucho, daba vueltas. No podía dejar de ver el cuchillo a mis pies.
Pensé que estaba mejorando.
Pude haberla lastimado.
Pude haberla matado.
¿Y si la hubiera asesinado? No podría con la culpa.
Ni siquiera podría con la culpa de lastimarla levemente.
Me mandarían a prisión.
¿Cómo llegó el cuchillo allí?
Soy sonámbula...
Elly había escondido las cosas filosas.
¿Cómo llegó ahí?
Elly se quedaría sola, por mi culpa.
—Sofi...
La voz suave de Lu y su mano acercándose me trajeron a la realidad de nuevo. Me apresure a levantarme antes de que me tocará.
—Ya, estoy bien, Lu. Lo siento muchísimo.
—Esta bien, bonita —me miro como si de un perrito sin una pata se tratara. Odiaba eso.
Mi siguiente parada fue el baño, me tarde más de lo debido. Después de una ducha donde me seguí planteando si no era una asesina en potencia y de secarme el pelo fui a desayunar.
Elly y Lu me esperaban en la mesa. Elly me había echo ensalada de frutas para que comiera, siempre hacia lo mismo.
Son muy ricas.
No hable en toda la mañana, supongo que Lu le contó lo sucedido a Elly, porque ellas tampoco lo hicieron.
Siempre que cosas así sucedían, ellas, por lo menos al principio, me atacaban con mil preguntas, más las mil mías en mi cabeza, no era precisamente lo mejor. Ahora se dieron cuenta, gracias a ayuda profesional que estoy recibiendo, que eso solo hace que sobre piense dos veces más de lo que normalmente lo hago.
En el camino al trabajo, Elly no hablo mucho. Sólo me dijo que estaría todo bien, y que hoy tendría turno con mi psicóloga.
En la entrada me pare unos minutos más, tome aire. Mucho aire. Puse mi sonrisa de boca cerrada habitual y entre.
—Buenos días, linda —me recibió Lou en la barra.
—Buenos días, Lou
—En español...
Hoy no, por favor.
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De Tantos Males
أدب المراهقينSe supone que me tengo que presentar... Me llamo Sofía Vergara, tengo diecinueve años y hace un año me gradué. Mis madres se llamas Lucía y Estella. Son el cliché de chica rica y chica pobre con amor impedido por la sociedad y sus padres. Eso de imp...