Capítulo uno. ✓

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-Narra Lena-

Podía verla, a la distancia permitida para no ser descubierta.

Su silueta podía apreciarse bajo aquella débil luz, la imágen de su cuerpo completamente bañado en sangre, hizo que mi piel se eriza, ella no era Kara, no era la rubia a la cual había conocido en ese bosque, hacía apenas unos cuatro años.

Esa sangre arrebatada de almas pérdidas, vacías y malditas le daban a su imagen un aspecto diferente al de una niña inocente.

Sin duda esa noche todo lo bueno que apenas poseía se encontraba guardado, sus rodillas tocaron el suelo de aquella tierra santa y con sus dedos dibujó los símbolos que desde que salió el sol se memorizó, pronunció las palabras en latín y espero a que aquel ser se presentará.

Ángel CaidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora