capítulo 3

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El mundo parecía odiarla, sus padres ya no tenía deudas alguna, su empresa aumento de golpe y ganaron mucho dinero bien guardado en el banco.

Deberia de estar feliz no?

Entonces por que ciente un vacío?

Ese dolor cada ves que los ve juntos y disfrutar su tiempo uno con el otro como en estos momentos.

–Ten prueba mi pequeña–. Melissa extendió una cuchara para alimentar a la pequeña albina quien disfruto de esto.

–Esta delicioso mama–.

–Gracias–. Dándole un beso. –Ahora ve a lavarte las manos antes que tu padre llegue–.

–¡Si!–. La pequeña albina corrió hacer lo pedido por su madre dejándola sola preparando la cena para ellos.

Detrás en las zombras estaba cierta castaña emanando una aura morada, unos harvets aparecieron sobre su hombro viendo a la rubia causante de todo esto.

De su dolor.

De su sufrimiento.

De que deku no este con ella.

De sentir este vacío, si ella no estuviera aquí entonces midoriya sería suyo de una o otra forma.

Con una mirada muerta y vacía ordenó a su stand que desplegará agujas desde su frente, debía de darle una muerte repentina y lo más dolorosa posible.

–¿Mamá como están?–.

–Bien mi pequeña, ven vamos a comer, tal parece que tu padre ya llego–. Se giro y no vio a nadie, solo se fue donde la mesa y sirvió la cena.

Ochako de hizo flotar así misma y usando si harvets se mantuvo en el techo, su propio Stand la llevó a su habitación, le abrieron la puerta y entró, deshaciendo su don se dejó caer al suelo y camino hasta su cama donde se acostó abrazando sus piernas.

El picor en sus ojos causo que está comenzará a llorar sin consuelo alguno, sin nadie que la apoyara estaba sola, sin nadie, dolida y odiaba este sentimiento, lo detestaba.

–¡Ya llegue!–.

Fue breve pero el dolor cesó cuando escucho las palabras de alguien conocido.

–Bienvenido–.

Pero cierta vos causo que ella apretara fuerte su pecho, pudo oír como ambos se besaban.

–¡Papa bienvenido!–. Grito la albina que seguro ahora estaba entre sus brazos riendo feliz mente al ser cargada por el.

Debía de ser ella quien llame mamá, que reciba con un beso a su esposo, que me de hijos y....

Sus ojos perdieron todo brillo.

–Vamos te prepare la cena, espero que te guste–.

Debía deshacerse de ella primero, hacercarse mucho más a su izuku, consolarlo en su momento más vulnerable y sobre todo quedarse con Eri, esa pequeña la llamara mamá a cualquier precio.

Capitulo 3: algo cambió.

Estando sola en una biblioteca, buscaba todo tipo de información útil en una computadora del lugar.

Más exacto lugares donde vivir, primero debía de encontrar un lugar seguro donde vivir junto a su amado y allí limpiaria todo rastro que allá dejado la rubia teñida.

Hasta que encontró algo particular, una casa alas a fueras de la ciudad, eso zonaba bien para ella, ya tenía el lugar mismo que estaba a la venta junto a un número.

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