capitulo 5

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–Esta es la última casa–. Señaló jotaro a una casa bastante grande montaña arriba, detrás suyo el lago donde los restos de Melissa fue hallada y está es la única casa que había en los alrededores.

–No encontraron nada en los lados–. Señaló endevor a un gran número de policías patrullando los alrededores con cuidado.

–¿Tienes la orden de cateo?–.

–Si y me tome la molestia de investigar a los dueños de la casa, son los uraraka–.

–¿El padre la compró para la familia?–.

–Eso se cree–.

–Lastima que no se les puede preguntar–.

Hace unos días fue nacional la noticia sobre la caída de un avión, cientos murieron y no se pudo hacer nada por ellos, los padre de ochako uraraka estaban abordo, ambos dejaron todo sobre el trabajo al enterarse de lo que  paso en u.a con su hija fueron los antes posible al lugar.

Solo se cree que una falla mecánica sobre una de sus turbinas, esa era la causa más creíble hasta ahora.

–Por ahora entremos a revisar–. Tomando el picaporte para abrirlo, pero no pudo tenía llave la puerta.

–Veré si alguien tiene una llave maestra–.

–Creo que no hace falta–. El encantador de fuego vio al hombre arrodillarse y mover una roca que había a un lado de la puerta de allí sacó una llave. –Tenemos de estos en casa–.

Declaro antes de abrir la puerta y entrar junto al héroe, como varios oficiales, todos inspeccionaron el lugar con suma cautela y cuidado, podrían de estar aquí o algo que les diga su paradero.

El héroe de fuego reviso la cocina con cuidado, cierto movimiento y ruido le hizo abrir las alacenas, se apartó cuando una cucaracha salió volando.

–Mmm...–. Gruñó antes de pararse.

–¿Encontraste algo?–. Jotaro pregunto llegando y viendo al insecto volar hasta una pared.

–No, por ahora nada–.

–la casa tiene todo lo que la fallecida madre de ochako encargo y según a las palabras de sus compañeros ella se iba seguidamente–.

–Tal ves fue ella quién recibió todo y debió de acomodarlo–.

No creía que los hombres que lo trajeron hallan metido todo esto y ya, eso zonaba algo ridículo.

–Endevor.... no hallamos nada en el lago–.

–¿Estas seguro?...–.

–Si, pero se está llevando a cabo una segunda revisión–.

Ochako oía todo através de su stand desde el sótano, con un brilló rojo veía y oía todo através de una unidad.

Sobre su regazo, la cabeza de su amado pecoso quien dormía muy cómodo sobre ella, la castaña sólo dirigió la unidad hasta la puerta del sótano cerrada y segura cubierta por madera que la camufla perfectamente

A cabo de unos minutos todos de habían ido dejando la casa con únicamente ambos chicos solos de nuevo.

–Pronto mi izuku, podremos tener una vida juntos, solo tu y yo, como nuestra hija–. Beso a su amado quien recostó sobre la cama que había allí y luego se acostó sobre el besándo a este.

Recostada sobre su abdome, muy cómoda en verdad, una buena almuhada.

Sus ojos brillaron de un rojo, viendo através de otro de sus unidades sonrió satisfecha por a quienes encontró.

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