Entre Cartas Y Citas.

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Entre Cartas y Citas.

AU Humanizado.

Capitulo: 2.

Primera Cita.

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Se despidió de Butch al salir de la escuela y buscó con la mirada a Jerry y a Spike. Los tres viven en la misma calle por lo que en la mayoría de las veces van y regresan juntos.

Cuando localizó a Jerry se acercó a él. Su amigo castaño hablaba con Nibbles, un chico con pocos centímetros menos que Jerry y con cabello grisesco. Tierno, adorable y un poquito enojón.

—Hola —Saludó de mala gana al estar junto a ellos.

—¡Tom, hola! —le devolvió el gesto Nibbles con una sonrisa. Jerry ni se molestó en hacerlo.

—Nos vemos mañana, Nibbles —se despidió
Jerry— En la noche te mando la tarea de mate.

—¡Gracias, Jerry! —y tras decir eso, el grisesco se fue.

Miró a los lados y le pareció extraño no encontrar a Spike pero dedujo que él los encontraría allá.

—Vamos —el castaño sonrío indicándole que comenzarán a caminar. Rodó los ojos fastidiado.

—No me mandas, Ratón.

Y a pesar de eso, lo siguió. Seguramente irían a una heladería que quedaba en el camino, a esa a la que van desde siempre. No quedaba tan lejos de la escuela y mucho menos de su casa.

En el camino Jerry le habló de su día y de como odiaba a la profesora de física. Eso era algo que tenían en común, el desagrado a esa horrible maestra.

Llegaron a la heladería «Fríos Sabores» y fueron a pedir dos, uno de chocolate para Jerry y de fresa para él. Luego de pagar, que sorpresivamente fue el castaño, se sentaron en una mesa adentro del local.

—Spike se está tardando —comentó luego de un rato, intentando parecer distraído en su helado.

—Nunca dije que vendría —contestó el castaño y eso hizo que lo viera.

Esa respuesta no se la esperaba y no pudo evitar ponerse alerta.

—¿Que tramas, Ratón? —lo interrogó con la frente arrugada— ¿Esto es una broma?

—No.

—¿Dónde está Spike? —cuestionó poniéndose de pie y mirando a los lados— ¡No me podrás lanzar nada encima!

—No lo haré —habló divertido.

—¿Cómo puedo confiar en tí?

—Te compraré tu libro favorito.

Lo miró dudoso unos segundos antes de volver a sentarse y sonreír con desdén.

—Una buena oferta —dijo con desdén. Comió de su helado para agregar más drama— Pero ese ya lo tengo.

Jerry pareció dudar un segundo pero, metiéndose lo que le restaba del cono en la boca, levantó la manos en señal de paz.

—Te compraré el libro que quieras sí pasa algo —agregó el castaño.

—Mas te vale —lo señaló— o quedarás pobre.

Jerry en vez de contradecirle, retarle u otra cosa de las que el sería capaz, solo esbozó otra sonrisa grande como las que le había estado dándole después del almuerzo. «Raro» fue lo que pensó.

Jerry estaba actuando extraño. Primero lo invita a salir sin Spike; segundo paga también su helado y; tercero se ofrece a comprarle un libro por su cuenta.

Jerry estaba actuando muy...

Singular.