Entre Cartas Y Citas.

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Entré Cartas y Citas.

AU Humanizado.

Capítulo: 16.

Décima séptima salida.

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Estaban en el cine.

Pero está vez fue diferente. Jerry sí invitó a Spike ¡Cosa que lo dejó confundido! Y se quedó pensando «¿Ya resolvieron sus problemas?»

Pero lo más confuso no había sido eso, sino el que Spike rechazará la propuesta con un guiño mal disimulado que más parecía tener algo en el ojos y luego irse, dejando a un Jerry sonrojado.

No era tan grande su rubor pero sí le extraño pero como había estado haciendo desde hace poco tiempo, no cuestionó nada porque siempre que lo hacía nunca obtenía respuesta. Y por sí acaso se mantendría alerta.

Uno nunca sabe cuándo a tus amigos se les dará por hacerte una broma.

Pero no pasó nada o al menos en todo el tiempo de la salida ya que primero fueron por un refresco a una de las tiendas del centro comercial. Jerry actuaba normal y con normal se refiere a cómo es siempre con un toque de extrañes. Incluso parecía divertirse, disfrutar, como él.

Y quizás fue por eso que bajo la guardia, no obstante, no parecía necesitar la.

Así que se digno a aprovechar la ocasión.

Dejó que el Ratón eligiera la película y terminaron viendo una a la que no le recuerda el nombre y a la que tampoco le está prestando atención «¿Y quién lo culpa?» Jerry no dejaba que se concentrará con chistes y referencias que entendía, además, la sala estaba casi vacía.

Sus risas no eran grandes y mucho menos escandalosas pero eran eso, risas, que confirmaban los bien que se la estaban pasando juntos.

Y los instantes con Jerry se estaban volviendo de los mejores. Y estaba bien con eso.

Pero cuando se quedaron callados, con las risas de los protagonistas pero sin ser las de ellos, se atrevió a preguntar.

Aunque claro, antes le dió un trago a su refresco.

—¿Por qué haces todo esto?

No es que le molestará pero esa era un pregunta que traía consigo desde algunas semanas y haciéndole honor a su apodó, se arriesgó con la curiosidad.

Pero Jerry no volteó a verlo al instante, sino que se quedó mirando otros segundos al frente, y aún así, sin mirar la peli.

—¿De verdad quieres saber? —Y él le sonrió.

—Claro que sí, Ratón —contestó no muy seguro porque la sonrisa del castaño era tan segura que le hizo dudar con su inseguridad.

Espero una respuesta. Una que llevará consigo una explicación no tan detallada, que dijeran lo contrario que suponía. No un beso.

No un beso de uno de sus mejores amigos. Tampoco que se abalanzará y tocará sus labios algo brusco para que al final se quedará ahí, sin moverse.

Sí era sincero, primero se esperaba una declaración.

Pero Jerry siempre fue más de acciones que palabras.