14 ( final )

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Con el paso de los siglos el mundo iba evolucionando. Cada día se descubría algo nuevo; el próximo gran invento que revolucionaría a la humanidad, o las nuevas tendencias de moda que marcarían un antes y un después.

Pero... ¿Qué sucedía con todas aquellas criaturas, espíritus y demonios que solían habitar los bosques, y que estaban alejados de los humanos?

Su cabello, oscuro como la noche, y sus ojos, tan brillantes y resplandecientes cual esmeraldas, eran atrayentes para cualquier ser viviente o criatura.

Todo aquel que lo observaba se sentía atraído por su belleza, ingenio y talento innato.

Miya Chinen patinaba con astucia y gracia, cautivando a todos sus seguidores.

Sería la próxima gran estrella del skateboarding. Una leyenda...

—Ha mejorado mucho su técnica —dijo una voz desde las gradas.

—Sí, cada día se vuelve más hábil. Pero...

—¿Pero...?

—Pero... ¿No crees que está siendo demasiado imprudente?

Kojiro observó detenidamente a su esposo, el zorro lucía impasible y sereno, pero en el fondo sabía que estaba preocupado y angustiado por su hijo.

Miya era una criatura poderosa, tal y como se los había dicho Inari siglos atrás. Tenía la capacidad de desenvolverse en cualquier arte o disciplina. Además de que también había heredado la inteligencia y la personalidad intrepida de Kaoru.

Ambos eran tan parecidos, pero diferentes a la vez.

—¿Te asusta que los humanos lo descrubran?

—Sí... —suspiró, recostando su cabeza en el hombro del ogro —Desde pequeño ha sido bastante curioso. Siempre queriendo saber sobre los humanos y sus pasatiempos. Me parece increíble todo lo que ha logrado, pero me asusta que algo salga mal y lo descubran.

—No creo que lo descubran, cariño. Miya es bastante inteligente y precavido —aseguró Kojiro — Además, si algo malo llegará a pasar, se muy bien que tú serías el primero en actuar.

—Tú también actuarías primero. Y mi madre y nuestros clanes no se quedarían atrás —añadió.

Kojiro soltó una rista y asintió levemente con la cabeza.

—Así es. Miya es lo más preciado que tenemos, lo que unió a nuestros clanes con el paso del tiempo.

—Gracias a nuestro amor y a nuestro pequeño, nuestros clanes ahora conviven en armonía. Incluso mi madre lo consiente demasiado.

—Bueno, no me sorprende que lo haga. Después de todo, Miya heredó uno de los rasgos de mi padre; Ojos verde esmeralda, verde esperanza...

Gritos y aplausos resonaron por todo el lugar, sorprendiendo a las dos criaturas. Ambos dirigieron su vista al gigantesco tablero y vieron la puntuación.

Miya había quedado en primer lugar en la competencia de skateboarding que se hacía cada cierto tiempo.

Ahora más que nunca su nombre era aclamado.

(...)

—¡Me hubieras visto, slime! ¡Estuve increíble! ¡Ningún humano podía alcanzarme!

Todos, tanto el clan de los zorros como el de los ogros, estaban celebrando la victoria del pequeño príncipe; reunidos en un mismo lugar, y sin causar estragos o conflictos como en el pasado.

Take the chance for romance, take my heart Donde viven las historias. Descúbrelo ahora