Take the chance for romance, take my heart

5

Kojiro se quedó esperando por horas a Kaoru, pero este último nunca llegó al lugar acordado.

Estaba preocupado, no entendía por qué el zorro no se había presentado a su encuentro.

Sabía que Kaoru lo amaba, de eso no había dudas, pero no podía dejar de sentirse tan afligido.

"Debió suceder algo..." pensó.

Sí, debía ser eso. Kaoru no lo dejaría plantado sin algún motivo de por medio, estaba convencido de ello.

Algo debió suceder, algo que le había impedido ir a verlo, y él mismo se encargaría de averiguarlo.

(...)

Kaoru estaba recostado en su cama, llorando en silencio y sin consuelo. Se sentía tan devastado e impotente. No quería esta vida, ya no la quería. Él solo quería estar con Kojiro. Pero su madre le había impedido verlo, y no podía hacer nada al respecto.

No podía huir, no podía quejarse, ni mucho menos podía ser libre. Estaría encadenado y atado por el resto de su vida.

Solo y sin Kojiro...

Lloró aún más cuando pensó en ello.

Nunca más lo volvería a ver. Nunca más volvería a estar en sus brazos...

O eso creyó.

—¿Kaoru? ¿Estás aquí? —preguntó una voz desde afuera del balcón.

El zorro se sorprendió al escuchar que alguien lo llamaba. Alguien que conocía muy bien.

—¿Kojiro? ¿Eres tú? —preguntó Kaoru, esperanzado y con ilusión.

—Sí, mi amor, soy yo. Estoy aquí afuera.

Kaoru no lo pensó dos veces y se levantó de su cama, en dirección hacia el balcón.

Estaba demasiado oscuro y no podía ver con claridad, pero aun así logró verlo.

Kojiro estaba ahí.

El ogro lo miraba con una sonrisa en su rostro, una cálida y dulce sonrisa que le proporcionaba seguridad y protección.

—Kaoru...

—Kojiro...

Ambos se acercaron al otro y se abrazaron. Lo hicieron como si no lo hubiesen hecho en siglos.

—¿Por qué no viniste?  ¿Qué fue lo que sucedió? —preguntó Kojiro, sin soltar a Kaoru de su agarre.

—M-Mi madre... mi madre sabe de lo nuestro —respondió con angustia en su voz —No sé cómo se enteró, no sé quién pudo habérselo dicho, pero lo sabe. 

—Ella te prohibió verme, ¿verdad?

—Sí...—dijo débilmente —Ella no quiere que abandone mis responsabilidades como líder, no quiere que estemos juntos y...

—¿Y...? 

—Y quiere que me case con el rey del clan dragón. Con... Adam. ¡Pero yo no quiero! ¡Yo no quiero casarme con él! ¡Yo solo quiero estar contigo!

—Y lo estaremos, mi bella flor, estaremos juntos. No permitiré que te alejen de mi lado. —aseguró Kojiro.

—Pero... no puedo huir. El castillo está repleto de guardias, y si alguien me ve, se lo reportaran a mi madre —Kaoru lo miró con angustia en sus ojos; estaba asustado y temblando.

Kojiro lo notó, así que lo abrazó más fuerte para calmarlo.

—No te preocupes por eso. Yo me las ingenié para entrar sin ser visto, y haremos lo mismo para salir.

—Tienes un plan, ¿verdad?

—Así es. Sé que no te gustará mucho, pero si queremos huir de aquí, tienes que confiar en mí.

—Lo hago, confío en ti, cariño —dijo Kaoru, con seguridad en sus palabras y con una sonrisa suave en su rostro.

Kojiro sonrió de igual manera y acunó el rostro de Kaoru con una de sus manos; acariciando con suavidad su mejilla.

Kaoru ronroneó ante esa muestra de afecto.

—¡Oh, casi lo olvido! —exclamó el zorro—¿Carla y Sketchy pueden venir con nosotros?

—¿Carla y Sketchy...?

Kojiro lo miró confundido, no sabía a quienes se refería.

—Sí. Ellos son mis guardianes. Son... mi familia.

—Oh.

—¡Ven, te los presentaré! —dijo animadamente —Luego podremos irnos de este lugar.

(...)

Adam se había despertado con una sonrisa en el rostro.

En unos días visitaría al clan de los zorros y le propondría matrimonio a Kaoru.

Tenía todo perfectamente calculado.

Incluso ya tenía la bendición de la diosa Inari y nadie, ni siquiera el ogro, podría impedir esa unión.

—Les dejaré tener sus últimos momentos juntos, pero en unos días las cosas cambiarán. Ya no serán capaces de volverse a ver, y yo me encargaré de ello —sonrió con malicia mientras observaba su bola de cristal.

En ella podía ver claramente al ogro y al zorro, ambos dormían plácidamente en los brazos del otro.

Habían escapado con éxito, y se encontraban descansando cerca del territorio de Kojiro. Muy cerca del clan de los ogros...

Continuará...