Pequeña Apuesta (Syndra)

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Estaba frente a mí, se le notaba mucho más despierto que ayer. Si bien, Zed estuvo despierto la mayor parte del día previo era evidente que lo hacia por gusto propio y que le costaba mucho el no caer dormido.

Simplemente se miraba mucho más fresco y menos atontado que ayer y antier, aunque las ojeras de su rostro tardarían en irse. Había llegado mucho más temprano que yo, y eso ya era un indicio positivo.

Como era de esperarse, intercambiamos una mirada fugaz donde era evidente su mejoría.

-Te ves mejor que ayer- Halague al chico de ojos rojos.

-Hmph... podría decirse que... "descanse bien anoche"...- Contesto haciendo énfasis en la palabra "descanse".

-¿En serio? ¡Maravilloso! Me alegro mucho por ti, Zed- Respondí con honestidad, realmente me parecía bueno verlo diciendo cosas coherentes al menos.

Antes de que pudiera responderme, saco de entre su suéter un manojo de papeles muy maltratado y arrugado. Me tendió aquel trabajo arrugado y en su rostro el esperaba que lo tomara.

Con mi mano recibí aquellos papeles y al desdoblarlos me encontré con nuestro "Informe" del libro del: "Arte De La Guerra". La calificación era de un 100, cosa que me hizo sentir de maravilla; aunque se vería mejor sin que estuviera tan maltratado nuestro trabajo...

-La gata me dijo que te lo diera...- Dijo refiriéndose de forma grosera hacia nuestra profesora.

-Ah... Ehmmm G-Gracias, supongo...- Conteste mientras guardaba aquel informe en el interior de mi maletín.

Al terminar de hacerlo, me percate de que Zed me observaba detenidamente con sus ojos entrecerrados; analizándome: -¿Ahora que estará haciendo?- Pregunte para mí misma.

Estuve a punto de preguntarle, pero el mismo se me había adelantado. Se llevo la mano a la cabeza, su expresión era similar a la de alguien con resaca teniendo dificultades para recordar lo que hizo la noche anterior.

...No es que yo sepa cómo se ve.

¡He visto muchas películas!

¡El punto era que tenía esa misma expresión!

Froto sus ojos unas cuantas veces, se llevo los dedos al puente de la nariz y frunció el ceño expresando molestia y confusión en partes iguales.

-Syndra...- Dijo el con incomodidad en su voz.

-Dime- Conteste de inmediato.

-No recuerdo mucho de ayer ni de antier, sé que vine aquí. Mi instinto me lo dice, pero: ¿podrías decirme si hice algo fuera de lugar? ¿Te dije algo "extraño"? Algo en mi cabeza me dice que sí, pero no estoy seguro... creo recordar todo en blanco y negro, risas pregrabadas, objetos danzantes y una cafetería...-

¿Alguien ha utilizado una técnica de criogenización sobre mi cuerpo?

Lo pregunto porque después de su mensaje, me quede completamente paralizada y en un estado de shock que era más que evidente. Mi expresión estoy segura que me delataba y era demasiado tarde para disimular mi nerviosismo.

Ayer...

Aun puedo recordar lo que paso en la cafetería, y mi super audición me asegura que escuche de maravilla aquello tan vergonzoso. También regreso a mi cabeza el momento exacto donde Zed se recostaba en mi hombro para descansar un momento.

Sentí su respiración tranquila, como olfateaba mi cabello para después pegarse mucho más y abrazarme firmemente con sus brazos, se había quedado dormido mientras se aferraba a mí para pronunciar las palabras más vergonzosas que jamás me ha dicho un chico nunca.

Estrellas Sin BrilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora