Un Hogar (Zed)

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Vaya forma de terminar la semana.

Finalmente encontramos al "Artificial", resulto ser un chico mitad bestia de gran tamaño y cabello rojizo, no recuerdo como se llama, pero creo que suena similar a mi nombre, creo que era Ted o algo similar.

Durante una invasión sorpresa, demostró las cualidades de un Guardian de Runaterra, pero con la diferencia de que no parece controlarlo a voluntad, podría intuir que aquel despliegue de poder fue casi como un instinto de supervivencia involuntario.

Sin embargo, verlo de cerca y sentir su energía me dio a entender que es bastante peligroso recibir un impacto a quemarropa de sus puños. Aun así, dudo que Thresh se sienta intimidado, posiblemente ya vio el poder de "Ted", de alguna manera siempre se entera de todo.

Convencimos al Artificial de que tenía poderes a pesar de lo reacio que se mostro en un principio a creernos y... No puedo culparlo, que te desmayes en un deposito de chatarra en mitad de un ataque de seres devora-todo, y despiertes en el sofá de un profesor de mecánica es bastante raro.

Nada que unas cuantas sombras vivientes y engaños no pudieran ponerlo de nuestro lado. Sin embargo, si aquello fue raro y difícil de explicar lo que vendría a continuación sería el doble o el triple de difícil.

Porque, primero que nada, estábamos frente de una madre de familia y posiblemente relacionada con las Guardianas, segundo tenemos que explicarle un motivo que sea medianamente creíble de porque traemos a su hijo semi desnudo y sin su ropa del comienzo del día; tenía que ser una buena excusa.

En todo el trayecto de vuelta, desde nuestra casa a la dirección de donde vivía el "Artificial" me di cuenta de que vivíamos en un sitio mejor que él. Y entre más nos acercábamos a su hogar, más y más temeroso se mostraba.

-¿Tan aterradora es su progenitora?

"Es algo que desconocemos..." Soltaron las voces del Ora, como siempre metiéndose en mis asuntos.

-Claro, debe ser porque si es parte de las Guardianas. Si no cumple con sus expectativas, es seguro que enfrenta la ira de su creadora.

"Es una muy remota posibilidad, chico"

-No creí que tendría algo en común con el "Artificial"

"Dudamos que puedan usar sus poderes de forma tan libre, suponemos que deben cumplir con alguna condición ya que sirven a una fuerza superior contrario a nosotros que no rendimos cuentas a nadie"

Estábamos a unas cuantas calles, y después de ser guiados llegamos a la entrada de un hogar bastante humilde y pequeño. El Artificial mostraba algo de pánico en su mirada, se escondió detrás de mí a la espera de que saliera su madre.

-Esto es malo, viejo...¿Qué le diré a mamá de mi ropa?

-Relájese, déjeme hablar a mi. ¡Soy un adulto, es normal que sea yo quien este para dar la cara por mis estudiantes!

El profesor "Kayn" daría el paso al frente y sería quien se atrevería a tocar la puerta de la morada de donde vive el pelirrojo, tres golpes firmes resonaron en la superficie de madera y al hacerlo, el mitad bestia se escondería más detrás de mí.

-¡Voy!- Escucharía una voz femenina en un tono bastante calmado y sereno.

-¡Usted puede profe!

A decir verdad, una parte de mí pensaba que las cosas iban a salir mal, solo era cuestión de: ¿Cuánto tiempo iba a tardar en salir mal?. Pues la respuesta fue mucho más rápida de lo esperado.

Al abrirse la puerta, notamos como la luz del interior de aquella casa nos invadió, y lo primero que vimos fue la madre del pelirrojo, vistiendo un vestido blanco con una expresión de preocupación

Estrellas Sin BrilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora