Estrellas Sin Brillo

Ilusiones Oscuras (Xayah)

Me despedí de Syndra con una sonrisa falsa, ella iba a la biblioteca y yo le conté que iría al campo de tiro para desestresarme. Si tan solo supiera que no fui y que me aleje a una zona tranquila y silenciosa del instituto... estaría decepcionada de mí.

Al estar sola y en completo silencio no pude evitar que las lágrimas salieran de mis ojos. Las imágenes del "Exterminador" eran simples grabaciones y yo aparente estar bien cuando internamente estaba gritando por ayuda.

-¿Porque...? ¿¡Porque tienes que hacerte la fuerte siempre Xayah!? Porque no puedes decirle que es una simple fachada... solo admite que no... - Comencé a abrazar mis piernas con desesperación y el recordar su simple silueta provocaba escalofríos en mi columna vertebral.

-No eres tan fuerte...- Finalicé para comenzar a llorar silenciosamente, mi cabeza dolía y sinceramente también tenia ganas de vomitar la barra de chocolate que forzosamente comí para no preocupar a Syndra.

Comencé a sentirme una inútil y una cobarde; en mi época de Guardiana Corrupta llegué a culpar a Neeko por su cobardía, no tenía idea de lo que ella sintió en ese momento... hasta ahora. Lo único que podía hacer era llorar para no preocupar a nadie...

-¡No tuviste el valor siquiera de decirle a Soraka... la razón por la que querías el tratamiento Xayah! ¿¡Arañas!? ¿¡En serio!?- Me reproche por mis mentiras...

No le tengo miedo a las arañas: Se supone que son mi animal espiritual...

No sé cuánto tiempo estuve lamentándome en soledad, pero me detuve al escuchar el sonido de pasos acercándose en mi dirección. Me sequé las lágrimas lo mejor que pude y agradezco no estar con nada de maquillaje.

Era mi compañero el pelirrojo quien venia vestido con ropa deportiva y estaba sudado. Imagino que estaba saliendo de su sesión de gimnasio.

-¿Xayah? ¿Estás bien? - Pregunto el semivastaya notablemente preocupado.

-Oh... ¡Si! ¡NUNCA HE ESTADO MEJOR! - Mentí haciéndome la feliz una vez más.

-¿Segura que estas bien? No te veo muy segura de tus palabras-

-¡Estoy de maravilla! ¡Lo digo en serio! -

El chico pelirrojo comenzó a oler el aire con sus sentidos de Vastaya.

-No se si creerte... en especial cuando huele a lágrimas en el aire. - Me quede en silencio ya que Sett se había dado cuenta del hedor a llanto.

-Estuviste llorando y por más que lo intentes esconder con una sonrisa falsa, no me engañaras. A menos claro que tengas tubos de ensayo, sodio, agua, potasio y las enzimas necesarias-

Me negué a contarle algo, las cosas de Guardianas no deben de compartirse con la gente normal.

-Escucha... no es por ser entrometido, pero escuche lo que le dijiste a Soraka; y no te culpo, encontrar a una araña puede ser una experiencia horrible y traumática-

De un momento a otro mi cabeza se lleno de recuerdos que involucraban al exterminador y sin querer, mis piernas comenzaron a temblar de manera involuntaria.

-No tienes idea... de lo que es...-Finalmente comencé a expresar lo que realmente siento de pensar en la figura del Exterminador.

-Simple...mente lo ima...gino y... ¡mis piernas tiemblan! Se q-que d-debería de haberlo superado, pero no p-p, no... no pu...edo... ¡no puedo hacerlo! ¿¡Si!? Y... cuando pude haber hecho algo y-yo...- Trataba de hablar, pero tartamudeaba de imaginar a aquel demonio.

Sentí la mano de Sett en mi cabeza, era más alto que yo. Estaba calmado y su mano esparcía tranquilidad. Gire mi cabeza para verlo tranquilo y con un semblante serio. Se sentó junto a mi y comenzó a hablar.