Estrellas Sin Brillo

Sobre Mi (Zed)

Mi entrenamiento me obligo a adaptarme a todo tipo de situaciones. Desde granizadas horribles; hasta las lluvias más torrenciales, los calores más abrazadores y las tormentas de nieve con temperaturas bajo cero, lo importante de todo es sobrevivir ante la adversidad.

Sin embargo, por alguna extraña razón el día de hoy, el sol del sistema solar de Runaterra, me parecía brillante y cálido. Y he estado en planetas desérticos con temperaturas de más de 50 grados.

Solo era un contratiempo menor, hoy a pesar de estar soleado y ventoso me sentí en calma. Completamente emocionado de algo a lo cual no suelo prestar atención, en parte puede ser porque anoche hice un avance tremendo respecto a mi técnica sombría.

He aprobado la prueba de maestría que es lo más difícil para un Templario. Soy un maestro Ora finalmente, y solo me queda atar un cabo suelto en el Instituto Valorant.

En la entrada, vi a Syndra. Pero la notaba completamente diferente, y no por que se haya hecho un corte de cabello ni nada del estilo. Me refería al aura que desprendía.

Completamente opuesta al día anterior, sin esos ápices de estrés ni temor. Estaba enteramente relajada, como si hubiera dormido plácidamente el día de ayer, realmente estaba...

Ni siquiera se con que palabra describirla en estos momentos.

-Te noto muy feliz, Zed: ¿Paso algo interesante? -

-No tienes ni idea, Syndra...- Dije con un poco de complicidad para mi mismo, cuando llegue a la base voy a experimentar con lo obtenido anoche.

-Pues se ve que debió ser algo increíble- Respondió con una leve sonrisa.

-...Podría decirse. Me parece oportuno mencionar que estas... "mejor"- Añadí al notar el cambio en su humor.

-Digamos que... puse tus consejos en práctica- Comento mientras guiñaba con su único ojo hábil.

-...¿Entonces eso significa...?

-Oh, sí. Hoy no jugare torpemente ajedrez, Zed...- Aseguro con una seguridad tremenda la cual me hizo sentir emoción por jugar.

-Maravilloso...-

-Ya sé que quiero pedirte cuando gane...-

Oh cierto...

Ayer aposte con ella, y es natural querer venganza. Da igual... puedo aceptar sus condiciones por este día; ya que estoy, preguntare por la condición de la penitencia en caso de perder.

-...¿Qué planeas, Syndra?- Pregunte siendo presa de la curiosidad.

-Es un secreto... si quieres saber, tendrás que esperar al final de clases y cuando hayamos terminado de jugar- Menciono mientras se llevaba el índice y lo colocaba entre sus labios, en señal de silencio.

-¿¡Y porque no me dices ahora mismo!?- Dije con impaciencia.

-¡Le quitaría lo emocionante!-

-¿¡Y como sabes que vas a ganar!?- Pronuncie completamente ofendido.

-¡Es una corazonada!- Contesto para avanzar en dirección al edificio 2, dejándome solo en espera de una respuesta.

-¡Exijo entonces que me digas!-

-Nop; tendrás que esperar hasta que juguemos Ajedrez.

-...Tienes que estar bromeando...-

-Eres muy paciente, Zed. Estoy segura de que no te será tarea difícil, pero te aseguro que no es nada del otro mundo.

Fémina torpe...

No tienes idea de lo que he conseguido ayer. ¡He evolucionado como la forma de vida definitiva incluso más de lo que era antes! Las veces que me has derrotado fueron porque estaba incompleto...