¿Te Parece Una Apuesta? (Zed)

269 29 21
                                    

Hacía mucho tiempo desde la ultima vez que me sentí indefenso, odiaba esa sensación de debilidad e incomodidad. No era porque tuviera miedo, simplemente que mis piernas no me respondían y me era imposible mantenerme de pie para adoptar una posicion defensiva.

Lo más que podía hacer era rodar, era completamente humillante; esa aberración vino en el peor momento posible, solo para burlarse y mofarse de nuestro estado, afortunadamente Kayn logro zafarse de su sitio.

Creí que se acobardaría, pero grata fue mi sorpresa al ver que se coloco a la ofensiva, interponiéndose entre aquel anciano poseído por Thresh y yo. Amenazando con su guadaña de ora.

Obviamente, no se mostro amenazado de ninguna manera. Simplemente observo al peliazul y a su arma, a una corta distancia para separarla con el dedo de su rostro.

-Gracias por la hospitalidad, chicos... me asegurare de recompensarles adecuadamente, y no olviden de cerrar la puerta... podrían robarles- Pronuncio cínicamente para abandonar la habitación.

"Tuvimos suerte de que no haya intentado algo, chico..." Trataron de tranquilizarme las voces del Ora, aunque era en vano... mi posicion no me permitía relajarme, al contrario, me tensaba mucho más.

-No sé cómo lo hiciste Kayn, como conseguiste despegarte y tal vez ni tú lo sepas, pero: todo depende de ti esta noche-

"Si esa asquerosidad sabe lo que le conviene, más le vale no acercarse a nosotros" Pronuncio Rhaast con disgusto.

Creíamos estar solos, sin embargo, la presencia asesina de Thresh aun permanecía en la habitación a pesar de que no pudiéramos ver el cuerpo del anciano.

-Me gustaría ser un usuario Ora, así podría hablar con tu hoz... señor Ordinal Shieda Kayn... ¿Alguna vez les conté que esa guadaña y yo tenemos una historia? -

Era muy extraño...

Su voz resonaba por el interior de la base, agudicé mis oídos para oír con precisión, y no pude distinguir de donde provenía. Se escuchaba en todas partes a la vez, aunque eso fuera imposible.

"¡A mí me gustaría cortarte la maldita garganta! Aunque eso no te destruiría, preferiría tomarme mi tiempo contigo, Thresh..."

Kayn apuntaba hacía todas las direcciones, mientras se aseguraba de mi posicion en caso de que ocurriera un ataque hacía mi. La habitación enteramente oscura hacía que solo pudiera ver el ojo resplandeciente de Kayn y al núcleo de ora de Rhaast.

-¿Qué pasa, Templario? ¿Le temes a la oscuridad?-

Sonreí confiadamente, trataba de provocarme... a pesar de estar alerta, me mostré calmado y sereno, parecía ser que no buscaba matarme.

-He estado en sitios oscuros como parte de mi entrenamiento, necesitas más que apagar las luces para que te tome enserio, aberración.

-Oh... veo que tenemos a un valiente por aquí: ¿Y qué me dices tú, Demaxiano? ¿Le temes a la oscuridad? –

-¿Por qué habría de hacerlo? He estado en galaxias muertas donde la luz escasea para crear rutas de comercio... si no hay luz, encuentro la forma de iluminar-

-...Vaya... ¡parece que en verdad tienen nervios de acero los dos! Antes temblaban de miedo, y ahora son capaces de responderme con altanería, aprecio eso-

-Lamentamos que tus trucos no sirvan más, Thresh...- Pronuncio Kayn.

-¡Ordinal Kayn! actuando de vuelta como un líder en lugar de un súbdito... ¿acaso ver a tu maestro inmóvil te da valor?-

"¿¡El cobarde que utiliza la posesión para aparecerse frente a nosotros hablando de "valor"!? ¡¡ESO ES IRONICO!!"

-¿Posesión? ¿Entonces ese anciano no es un cuerpo falso?- Dijo hablando con su guadaña, olvidando que Thresh no puede escucharla.

Estrellas Sin BrilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora