La Oportunidad

21. ¿Qué fue lo que dije?

Mal, todo estaba tan mal y para colmo esto definitivamente era culpa suya.

En un gesto de estrés se lleva las manos a los laterales de su cabeza masajeando la sien, presiona intentando poner sus pensamientos en claro.

—¿Cómo fue que esto pasó?

La pregunta iba dirigida al viento, realmente no esperaba respuesta alguna.

—¿Cómo pude ser tan imbécil? Debí haber visto que esto sucedería, claro está que no lo hice con una mala intención...— dijo intentando suavizar la culpa que ahora sentía. — Ese estúpido Asgardiano, no le dije la verdad para que atravesara las dimensiones y raptara a Loki.

Comenzó a caminar en círculos, a veces solía ver cómo le estaba yendo a esa variante de Loki, no es que lo espiara, pero al ser una versión tan distinta llamaba su atención, fue el día anterior que descubrió que el chico llevaba una semana desaparecido, como si nunca hubiera existido se desvaneció de su tiempo.

Preocupado intentó buscarlo, fue entonces que descubrió que estaba en este mundo.

Pasado el arranque de ira inicial se dispuso a ver cómo rescatar al chico para regresarlo, aunque existía un problema llamado Thor... Claramente este no lo iba a dejar ir sin antes luchar por él.

—No puedo ir yo solo... necesitaré ayuda.

Cerró los ojos intentando pensar a quien recurrir, se llevó la mano a la barbilla, entonces supo a quién debía acudir.

Lo siguiente que sucedió fue que abrió un portal que lo trasladó hasta las personas que tenía en mente, estos lo vieron sin saber el porqué de aquella visita tan inusual.

Tras saludar comenzó a contarles a grandes rasgos lo que estaba sucediendo frente a sus narices, estos lo ven sin parpadear, no es que no creyeran lo que escuchaban, después de todo a este punto han visto tantas cosas extrañas que se podría decir perdieron la capacidad de asombrarse.

El rubio hace ademán de querer decir algo, pero se detiene y vuelve a cerrar la boca tratando de organizar mejor sus ideas.

Aquel castaño se siente igual que su amigo así que no abre la boca.

—¿Qué fue lo que dije? ¿No tienen nada que preguntar?

Es Strange quien trata de incentivarlos a que digan lo que están pensando.

—¿Loki está vivo?

Se aventura Steve como si eso fuera lo único en que pudo pensar.

—Sí, pero...

Antes de terminar Bucky completa la oración.

—No el Loki de nuestro mundo ¿cierto?

—Así es... Este es un Loki diferente. — asiente Strange.

—Entonces... Thor fue capaz de viajar entre mundos y secuestrar a Loki, un Loki totalmente diferente al que conocimos para secuestrarlo... ¿Con qué propósito?

Comentó Steve intentando entender la situación.

Strange esquiva la mirada preguntándose exactamente lo mismo.

—Imagino que amaba a su hermano al punto de no superar su muerte, por ello quiso traer a este Loki sin poderes ya que es un humano...

—Estamos de acuerdo en que has sido tú quien le dijo de su existencia ¿cierto?

Esta vez fue Bucky quien habló con aquel tono que denotaba lo estaba culpando de la situación, Strange ya lo había aceptado, pero de igual forma resultaba molesto admitirlo.

—Pensé que solo necesitaba saber que su hermano vivía feliz como humano, con una buena familia ¿Cómo iba a saber que pasaría esto?

—El dolor corrompe... ¿Qué no haría una persona para recuperar lo que ha perdido? Sin importar cuán egoísta sea si al final puede tenerle nuevamente.

El rubio dijo aquello intentando no hacer sentir culpable a Strange, y de alguna manera excusando a Thor.

—Bueno ahora lo sé... nunca llegué a pensar que Thor tuviera la capacidad de encontrar una forma de ir hasta ese Loki, así que recurro a ustedes para que me ayuden a recuperarlo.

—¿Por qué hacer eso? Son hermanos de cierta manera. Además, solo es Loki.

Dijo Bucky cruzándose de brazos.

—¡Este no es el Loki que conocimos! Es un humano sin poder alguno, tiene unos padres que lloran su ausencia... Thor lo secuestró, ha secuestrado a un civil y nuestro deber es proteger a los civiles.

Protesto Strange mirando a Bucky.

—¡Eso debiste pensarlo! ¿Qué imaginaste que pasaría? Acaso creías que Thor se quedaría quieto y viviría una vida feliz sabiendo que su hermano de otro mundo vivía rodeado de amor.

Encaró el castaño.

—¡Si! ¡Eso fue lo que pensé cuando lo vi sumergido en la depresión! Quería ayudarlo, no que hiciera estas cosas.

—Lo hecho, hecho está Strange. Te vamos a ayudar a salvar a un civil.

—Gracias, confiaba en que me ayudaran.

Responde el hechicero mirándolo con gratitud.