El peso de una mano acariciando mi mejilla me despierta.
Era Mack, mirándome con dulzura y una sonrisa ladeada demasiado tierna. La yema de su pulgar acariciaba con delicadeza mi piel, haciéndome dedicarle una sonrisa embobada y creo que muy parecida a la suya.
-Buenos días.
Mi mano que anteriormente reposaba sobre su pecho, asciende para acariciar su mejilla imitándolo. Nuestros labios se entrelazan y mi boca antes seca se humedece gracias a la saliva del chico.
¿Cómo era posible que besar a alguien pudiera sentirse tan bien...? Era increíble cómo podía manejarlo todo tan fácilmente. Podía discernir entre el beso apasionado y lujurioso y el beso suave, calmado y tierno; dependiendo de la intensidad, del ritmo que llevara y de los movimientos de su lengua.
En ese instante, la velocidad de sus labios entre los míos había cambiado, se había vuelto desesperada y necesitada. Sus manos me rodean la cintura y nuestra posición cambia radicalmente. Me acomoda a horcajadas de él, con nuestras zonas íntimas todavía expuestas y el cabello hecho un caos.
Mis dedos se adentraban en su cabello, intentando que se acercara más a mí en medio del besuqueo agresivo, con nuestras respiraciones un tanto aceleradas a causa del movimiento que su agarre por mi cadera me indicaba para saber en qué dirección debía mover mi pelvis al restregarnos asquerosamente con los cuerpos totalmente desnudos.
Los movimientos de mi cadera en conjunto con mi pelvis cesan, al igual que el beso, generando confusión en el rostro del castaño debajo de mí.
Con el apoyo de mis rodillas sobre el sofá logro separarme un poco de su piel. Mack no se percata de lo que quiero hacer, hasta que agarro la base de su miembro con mi mano derecha y lo levanto con dirección a mi entrada. Lo miro antes de hacerlo, para examinar su rostro y sin necesidad de mediar palabra, meter su miembro por completo en mí.
Me siento de ipso facto teniéndolo adentro y moviéndome de adelante hacía atrás, logrando una fricción deliciosa de mi clítoris con su pelvis y de mi interior con la piel de su miembro.
Su mandíbula se tensa de inmediato y deja salir un montón de aire cargado de algún sentimiento que no reconozco mientras mantiene a la perfección el contacto visual.
-Muévete más rápido.
Sin objetar algo, llevo a cabo su orden; sintiendo el golpe de nuestra piel por la rapidez con la que se desliza en mi interior húmedo y excitado. Sus manos se aferran con desesperación a cada lado de mi trasero, juntándome más a él, a tal punto que mis pechos quedan tan solo a centímetros de su boca. Los movimientos de mi cadera aumentan con cada minuto que pasa, haciendo que los indicios del orgasmo mutuo incrementen, obligándonos a entreabrir la boca en medio del beso para poder respirar con un poco de más facilidad y por fin la sensación exquisita llega a nuestros cuerpos al mismo tiempo; robándome un gemido largo y ruidoso, mientras que Mack jadea incesantemente, conteniendo el éxtasis por el que estoy segura atraviesa su cuerpo en cuanto lo veo en su rostro: placer, mucho placer mientras se corre dentro de mí.
Juntamos nuestras frentes y las respiraciones agitadas se chocan. Un mechón de mi cabello enredado se atraviesa en la unión de nuestras miradas y... demonios, el idiota egocéntrico se veía muy bien cuando estaba caliente, incluso cuando me follaba se seguía viendo muy atractivo. Sí, con todo y sudor.
Sonrío inconscientemente y él me devuelve el gesto de inmediato.
-¿Quieres volver hacerlo? -inquiere.
-Sí -declaro mientras separo mi frente de la suya -pero sobre la mesa.
Enarca ambas cejas con falsa impresión.
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Mi novio y mi ex [En Pausa] ©
RomanceElla Roberts es una chica cualquiera, como tú o como yo, la única diferencia es... bueno... es Marcus Queller, su ex. Marcus es algo sombrío y desanimado, indiferente con la vida, pero le es imposible ser indiferente con Ella. ¿Por qué? La respuest...