Aún sigo caminando en medio de los árboles para llegar a mi casa.
Ya ni siquiera podía tener una imagen clara de quién era Emma. Y no me refiero solo a que estuviera casi desnuda al lado de Marcus mientras supuestamente él estaba conmigo. No era eso. Era su forma de actuar; con juzgamientos que sí eran ciertos, pero detrás de cada palabra había rencor e ira. Ahora podía entenderlo.
Sin embargo, la única cosa que resonaba en mi interior era: «¿A Emma siempre le gustó Marcus?».
No me lo esperaba.
No esperaba nada de lo que estaba pasando y quería golpearme la cabeza por eso; por haber confiado y nunca haberlo notado.
Se supone que como mejor amiga debí notarlo, ¿cierto?, Con ese súper poder de las mejores amigas para leerse la mente, entenderse con solo una mirada y saber absolutamente cada secreto de la otra.
Yo también había fallado y lo tenía claro, así que no voy a excusarme diciendo: "¡Era Emma Swan, mi mejor amiga, ¿cómo pudo traicionarme así?!", porque no tenía del todo la culpa. Aunque, tampoco voy a fingir que no me duele, porque sería completamente estúpido fingir contigo.
¿Acaso era el karma?
¿Acaso era la justicia de un ser supremo?
¿Acaso eran los dioses del Olimpo descargando su furia sobre mí?
Era una mierda.
Todo lo que estaba sucediendo era por completo una mierda y lo peor era que mi cerbero me taladraba una y otra y otra vez con eso de: «Es tu culpa».
Sí, todo es mi culpa.
Fui una zorra.
Tuve la oportunidad para enmendar las cosas, y lo único que hice fue aplastar de nuevo la poca confianza que Marcus me había dado, y lo entiendo por su parte. Quizás si todo hubiese sido al revés, mi reacción habría sido la misma, mi venganza sería la misma.
Tal vez me estaba volviendo loca y veía cosas donde no estaban, pero tal vez por una vez en mi vida mi cerebro comenzaba a entenderlo todo de una forma distinta.
¿Había pasado por alto los indicios? No. No lo creo. Emma nunca me mostró algo cercano adquirir sentimientos por Marcus. Mi pregunta había sido clara y ella había respondido que no.
Con la piel de gallina, cruzo varias calles por entre los árboles cuidadosamente podados. Abrazándome a mí misma mientras varias lágrimas se deslizan por mis mejillas. Intentando que mi caminata me ayude a relajar.
Muevo las piernas con una rapidez inhumana, con los ojos puestos solamente en la acera, casi como si mi vitalidad se hubiera largado y ahora solo deambulaba por Winstown sin ningún sentido.
La noche se encontraba desierta. Solo con el susurro del viento contra mis oídos y la oscuridad expectante a todos mis movimientos impulsivos por el dolor que sentía en el pecho. Ese dolor horrible que te presiona el corazón, los sentimientos, la garganta y revuelve con suma facilidad toda la estabilidad que has intentado mantener por años.
En eso también tenía razón Felix.
Yo amaba a Marcus y le había dado la potestad para destruirme sin siquiera dirigirme la palabra.
No tenía que ver si se besaba con Emma, si la abrazaba, si le quitaba la ropa con las mismas ansias que lo hacía conmigo. No tenía que hacerlo para sentirme como me estaba sintiendo y para entender que la amistad más pura que creía tener ni siquiera era cierta.
Ahora tenía demasiadas preguntas: "¿Hace cuánto?, ¿Marcus lo sabía?, ¿Alguno me había utilizado?, ¿Tengo cara de payasa en este momento?"
Ninguna respuesta era alentadora, eso era evidente y quería que la típica expresión de "trágame Tierra", se cumpliera justo ahora. No por vergüenza, solo por dejar de sentir.
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Mi novio y mi ex [En Pausa] ©
RomanceElla Roberts es una chica cualquiera, como tú o como yo, la única diferencia es... bueno... es Marcus Queller, su ex. Marcus es algo sombrío y desanimado, indiferente con la vida, pero le es imposible ser indiferente con Ella. ¿Por qué? La respuest...