Baekhyun ahogó un sollozo mientras sus ojos se humedecían y las lágrimas amenazaban con salir, cuando el médico le confirmó sus tan temidas sospechas, las náuseas y los vómitos venían atormentándolo hacia ya varias semanas y ahora sabía el porqué.
Estaba esperando un hijo de Park Chanyeol.
Aquel que hacía más de dos meses había partido, dejándolo atrás.
Park Chanyeol y Byun Baekhyun se conocieron cuando tenían 23 y 19 años, respectivamente, en el centro de aquel pequeño pueblo, donde el más alto colaboraba en la carpintería que tenía su tío y el más bajito en una pastelería de renombre y bastante concurrida la cual su madre era dueña.
Aunque, bueno... Baekhyun era todo un caso, uno muy torpe, las cremas se le cortaban, los bizcochos se le quemaban, entregaba pedidos incorrectos y muchas veces cobraba de menos, por lo cual era bastante común y cosa de todos los días escuchar a la cascarrabias señora Byun regañando a su hijo menor.
Como los locales de encontraban uno enfrente del otro era bastante normal intercambiar pequeñas miradas o que las mejillas del más bajito se encendieran cuando el más alto lo descubría mirándolo.
Pero nunca habían intercambiado palabra hasta que un día la señora Byun enfureció y había echado a su hijo de su pastelería, otra vez andaba de despistado y según palabras de su madre, que desaparezca de su vista porque iba a ocurrir una tragedia y obviamente Baekhyun huyó ya que no quería morir todavía siendo tan joven y menos en manos de su propia madre.Chanyeol había escuchado los potentes regaños y el corazón se le encogió un poquito cuando vio salir al joven muchachito con un puchero en sus labios y los ojos levemente cristalizados. Con cautela se acercó al más pequeño y aunque a lo primero se sobresaltó luego sonrió amablemente con un lindo sonrojo.
-Hey... no estés mal, cualquiera puede cometer errores- había dicho, estaba un poco nervioso y sabía que había dicho algo tonto pero fue lo primero que se le ocurrió y sólo lo soltó, aunque en el fondo quería que sus palabras llegaran a reconfortar un poco al contrario, además de que nunca había visto un doncel tan bonito como ese, poseedor de un brillante cabello rubio, hermosos ojos mieles y de un cuerpo pequeño pero bastante proporcionado- debe ser aburrido y hasta peligroso que estés deambulando por el pueblo... tal vez... quieras ayudarme a pintar algunas figuras.
El bajito vio hacia dónde el más alto señalaba y los ojos se le iluminaron, eran unas pequeñas figuras de madera, aquellas que eran muy populares entre los niños últimamente, definitivamente hacer eso era mejor que cualquier otra cosa a los ojos de Baekhyun.
-¡Claro!- mostró una reluciente sonrisa cuadrada- muchas gracias... eh...
-Chanyeol, Park Chanyeol- ofreció su mano hacia el contrario.
-Byun Baekhyun- rio levemente nervioso cuando estrecharon sus manos- es un gusto conocerte finalmente- La presentación fue hasta absurda cuando tenían tan estudiado al otro desde hacia tanto, aunque nunca se atrevieron a más.
-El gusto es mío, créeme.
De esa forma pasaron juntos lo que quedaba de la tarde y aunque Baekhyun terminó con las manos algo embarradas de pintura nadie lo regañó, incluso sus mejillas se sonrojaron cuando el alto le dijo que era muy tierno y con un paño húmedo limpió la ligera mancha de pintura que el menor tenía en la barbilla.
Y como cuatro manos trabajaban mucho más rápido que dos, la tarea quedó terminada en poco tiempo permitiéndoles así entretenerse con conversaciones y risas algo tontas.
Al final, Baekhyun agradeció con una linda sonrisa cuando el más alto le regaló una pequeña figura en forma de pato color rojo ya que según él le hacía recordar a uno por la forma que tomaban sus labios cuando hablaba con pequeños pucheros o cuando estaba muy concentrado.
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Cartas sin destino [Chanbaek]
FanfictionChanyeol tuvo que irse lejos, con todo el dolor del mundo. Aunque le prometió enviarle cartas de manera constante y de esa forma estarían en contacto a pesar de la distancia. Cuatro años habían pasado y Baekhyun nunca recibió nada, lo único que ten...