Cartas sin destino [Chanbaek]

6

El ambiente se había teñido de un azul melancólico con sollozos y lágrimas de ambos lados, mirándose a las caras dejando al desnudo todos sus sentimientos y pesares.

-Ellas... ellas fueron, Chanyeol, ellas son las culpables… nunca recibí tus cartas porque las escondían y… yo estaba tan triste y lloré tanto pero tanto, no entendía porque nada llegaba y cuando Misuk nació siendo tan parecida a ti, fue como una punzada porque quería tenerte, quería que seamos una familia, pero la realidad era muy distinta. Estos cuatro años fueron un infierno para mí, definitivamente ella me salvó sino no se que habría sido de mi, estaba perdido, no tenía un propósito y llorar parecía que era lo único que podía hacer- explicaba con la voz quebrada- Hace menos de un mes encontré tus cartas escondidas en un cajón de mi hermana, sentí tanta rabia, por todo, porque decidieron sobre nosotros, sobre el enorme amor que nos tenemos y nos lastimaron y no solamente éramos nosotros dos, Misuk también está involucrada, porque le arrebataron a su papá y a ti te quitaron el derecho de saber sobre tu hija y… muchas veces quise odiarte, porque no entendía porque me habías abandonado así sin más, a veces me sentía desechado, pero nunca pude, nunca podría odiarte…- el llanto no lo dejo continuar, tenía todo a flor de piel y se sentía agotado mentalmente, su cabeza punzaba casi a punto de explotar y sentía que podría desplomarse en cualquier momento.

-Baek, yo… mierda, admito que los primeros meses no entendía porque nunca me respondiste, mi idea principal era irme para el lado de América, quizás al sur, pero Jongdae me propuso que podía trabajar con él y su familia, así que acepté porque sería una forma de establecerme más rápido para volver a tenerme a mi lado, así que lo hice, trabajé muy duro, por ti, tú eras mi principal objetivo y motor, por nosotros, pero por más que enviaba y enviaba, la respuesta nunca llegaba y sufrí tanto con sólo el pensamiento de que me hubieras olvidado porque tú eres el único que ocupa mis pensamientos, de repente la tentación de recurrir a todo tipo de vicios y sustancias se hizo presente, cualquier cosa sonaba bien con tal de salir de mi realidad por unos momentos pero no podía, me era imposible, no podía hacerte algo así y recordaba como tu chispeante ser podía salvarme de cualquier cosa como luz entre oscuridad, mi tesoro más preciado, el amor de mi vida, te amo tanto que siento que el corazón se me desgarra, y lo siento mucho, por todo lo que tuviste que pasar solo, me duele el alma de sólo pensarlo y… joder, si tan sólo te hubiera ido a buscar…- rápidamente el más bajo le apretó la mano para luego acariciarla con sus pulgares.

-No, Chanyeol, no te culpes, la culpa no es nuestra, sólo fuimos víctimas del egoísmo de otras personas, pero nos subestimaron, porque nuestro amor es muy, muy grande, el más fuerte y sumamente inquebrantable.

-No puedo creer que estés aquí junto a mi después de tanto, mi amor- con los ojos brillantes de adoración miraba al amor de su vida, acariciando sus ya no tan grandes mejillas- ¿Puedo besarte?

A Baekhyun le pareció completamente tierna la actitud del más alto, así que asintió con una linda sonrisa, esas que volvían chiquitos sus ojos, y aunque estuvieran algo rojizos e hinchados no le restaba su hermosura en lo más mínimo. Primero fue un pequeño pico, riéndose sobre las mejillas sonrojadas del otro, es que habían hecho más cosas que sólo besarse, tenían una hija que lo demostraba, pero ese primer pequeño contacto se sintió como la gloria y los que siguieron también.

Sus labios se movían lentamente entre ellos, sus bocas volvían a explorarse después de tanto que no querían ni podían parar, aunque la falta de aire los obligó a separarse, encontrándose con los labios hinchados y levemente húmedos.

-Mi hermoso Baek…- le dio un largo beso en la mejilla que lleno de calor el pecho y las mejillas del más bajo, siempre lo tomaba por sorpresa y quizás nunca se acostumbraría a los halagos de Chanyeol, sin importar cuánto pasara.