Para cuando despertó todo se había sentido como un sueño... Uno eterno y doloroso.
No pensó dos veces para querer ver a Ran y confirmar que estuviera vivo, sentía la necesidad de verlo apesar de que fuera un simple sueño que fue creado por producto de su imaginación. Luego de casí cuatro días lo logró.
Y ahí estaba, sentada en una de las mesitas esperando que los hermanos llegaran. Cuando se abrió la puerta se mostro solamente a Ran esposado de las manos, se sorprendió al verla pero ni dijo nada hasta que el oficial salió, dejándolo con las esposas unidas a la mesa para que no se liberará.
Su caballo había crecido al igual que él.
—¿Cómo te dejaron entrar?—cuestionó iniciando la conversación—No me digas que pagaste con tus ahorros del futuro.
A Momoka se le aguardaron los ojos de sólo escuchar su voz tan viva y con esa tonalidad bromista de siempre.
—Me hice pasar por tú hermana y falsifique una carta escrita por tus padres firmando para poder obtener un permiso, son menores de edad así que no hubo mucho problema... —limpio sus mocos con su suéter al igual que sus lágrimas.
—Esa es mi chica—habló orgulloso—Por favor no llores Momo-chan, me alegra ver tú bello rostro luego de meses—mencionó analizandola hasta notar ciertas cosas; intento tocarla pero fue imposible por las esposas pegadas a las mesas—Te ves más delgada y tienes ojeras, ¿te estas cuidando bien?
Rápido al ver su acción ella tomó sus manos—Sólo duermo tres o cuatro horas, pero me encuentro bien.
El chico se le quedó viendo sin decir nada, como si la estuviera presionando a que confesara la verdad, nunca fue buena mintiendo y Ran conocía los gestos cuando lo hacía.
—Okey, no estoy bien, la cabeza me esta explotando cada vez que estoy en mi casa, mis padres están peleando constante por pequeñeces tratando de disimularlo delante mío, ¡pero yo no soy tonta! Nuestra familia se esta destruyendo y las pesadillas me siguen cada vez que cierro los ojos, en todas mueres y nunca me entero hasta que visitó tú tumba, ¡ya no lo soporto!—expresó con un último grito sollozando, pegando su frente contra mesa.
Oyendo atento el mal alto acarició los mechones negros de la fémina con cariño, podía sentir cierta empatía o se veía él reflejada en ella hace unos años cuando sus padres comenzaron a cambiar y le dejaron todo el trabajo para cuidar su hermano menor.
—Cuando salgamos nos vamos a mudar... ¿Quieres ir con nosotros?—ofreció. Estaba preparado para lo que iba a hacer, sus padres ya no le importaban y con el dinero que siempre mandaban podría cuidar a Rindou incluso a Momoka, rentarian un bonito departamento y dejarían de preocuparse de sus padres—Podrás ir a nuestra escuela y estaremos juntos... Te dije que te protegería.
—¿Qué pasará con mi mamá y mi papá? Ellos se negaran—levanto su cabeza chocando mirada con Ran que se mantenía sereno.
En cada futuro que soñaba se separaba de sus padres y amigos, por eso moría, si esta vez cambiaba su futuro podría salvar al chico enfrente suya.
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𝘽𝙚𝙡𝙡𝙚𝙯𝙖 𝙙𝙚 𝙥𝙧𝙞𝙢𝙖𝙫𝙚𝙧𝙖 || Ran Haitani ||
Fanfic春の美しさ -Mientras yo memorizo los detalles de su rostro, ella miraba los pétalos caer... y me di cuenta de que me enamore. Le gustaba tanto la belleza de la primavera que me hizo verla. Y entonces comencé a soñar despierto... Esperando nuestro final...