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Cuando el medico salio de la oficina decidió tomar un descanso de sus obligaciones de ese día, caminando hasta el gran ventanal de su oficina miro con un asombro disimulado el bello jardín al cual tenia vistas.
Ser una princesa era algo que en su mente aun no asimilaba, a pesar que no era como lo vendían en las película infantiles.
Ella no poseía un hermoso vestido en cada momento, ni su único deber del día era tomar té con galletas, esperando a su príncipe que la convirtiera en reina para vivir juntos para siempre.
En ese mundo de fantasía, su derecho para asumir el trono era mayor que el de su medio hermano, hijo de la segunda esposa, la reina. Y desde niña fue educada con los mejores profesores para que algún día portara la corona con sabiduría.
A pesar de que en su mundo anterior solo asistió a escuelas publicas, los conocimientos de la dueña original de ese cuerpo aun permanecían en ella, facilitándole el entender todos esos documentos amontonados en su escritorio.
──Su Alteza ──la voz masculina hizo que girara en su dirección, encontrándose al que había sido el compañero de oficina de la mujer noble por ya varios años, su fiel y competente asistente Suoh ──La Emperatriz la esta esperando en el invernadero de cristal.
──Iré ahora ──Hablo alejándose del vidrio y saliendo de la oficina siendo seguida por su asistente y su dama principal.
Sus pies se movían solos conociendo la ubicación de dicho lugar, mirando a su alrededor todo se le hacia familiar pero a la vez completamente nuevo, paredes amplias decoradas que sostenían altos techos donde candelabros colgaban.
Y al salir, un amplio jardín verde donde un camino se hacia paso entre los rosales, pasando por una fuente de mármol decorada con oro a lo lejos lograba ver una constitución de cristal.
Al llegar, caballeros que resguardaban la entrada abrieron las puertas para ella después de mostrarle su respeto, en medio del invernadero una mujer con un elegante vestido la esperaba sentada.
──Madre ──saludo sentándose en la silla frente a ella, mirando por primera vez el rostro de un personaje que jamas fue nombrado.
Una mujer noble con un rostro angelical envejecido, cabello rubio brillante y con Rubis en sus ojos, que expresaban amor al ver a su única hija frente a ella.
──Hija mía ──saludo igualmente, colocando su mano sobre la mesa espero que ella la tomara, y cuando lo hizo, acaricio con cariño el dorso de la mano contraria ── Estas descansando como pidió el doctor, ¿cierto?
──Estaba tomandome un momento cuando me llego tu llamado ──conto aceptando el afecto, causándole tristeza ya que le recordaba a su verdadera madre.
La Emperatriz rio apenada al escucharla.
──Lamento interrumpir tu descanso querida, pero necesito decirte algo importante ──Tomo su taza de porcelana que había sido llenada anteriormente por la criada.
──Es por la cena de esta noche, ¿no es así? ── dedujo.
──Si, tu padre hablara probablemente sobre la sucesión del trono ──Dio un sorbo al té ──Misashi ya esta casado y tiene a su favor a su hijo. No hay tiempo (N), casarte con una buena familia te respaldara ──Hablo dejado de lado su merienda y dirigiéndole una mirada firme ──Es la forma más rápida de ganar poder.
──Lo se, madre ──respondio ──Me encargare de esto, no debes involucrarte.
──Confió en ti y se que al final, asumiras la corona, como debe ser ──Agrego.
[...]
──Masato esta creciendo fuerte y saludable ── comento sonriendo el castaño ──y comezó sus tutorías esta semana.
──Mi nieto es muy inteligente ── presumió la castaña riendo ──Sin duda lo heredo de su Majestad.
──Todos los de la familia imperial deben ser excepcionales ── hablo orgulloso después de reír ──Pronto espero ver lo sobresalientes que seran tus hijos, pequeña estrella ──nombro con amor a su hija.
──Primero deberíamos encontrarle un buen esposo ──se interpuso ──Estoy seguro que muchos jóvenes nobles se mueren por la Princesa ──se burlo.
El ceño de la emperatriz se fruncio al escuchar el mordaz todo de voz con el que la mujer, le dirigió la palabra a su retoño.
──Bueno de eso quería hablarte padre ──hablo, evitando que su madre hablara y llamando la atencion del Emperador y su segunda esposa──Yo... Me casare con el joven Duque Ushijima.
