Capitulo 3: Explicaciones ilogicas.

119 11 29
                                    


Capítulo 3

Filadelfia
30 de noviembre
8:37am

Qué lindo mi día ¿no lo creen?

Vine al bosque para relajarme y leer, me pierdo en el mismo, me consigo a una chica extraña llena de sangre animal que no sabía de la existencia los hombres. ¡Genial! Por favor que se note el sarcasmo.

Le he estado contando a esta chica casi todo de los hombres evitando algunas cosas claro está, también le dije algunas cosas sobre las mujeres, ella está muy atenta a lo que digo y parece entender.

—Entonces, ¿todos conviven juntos? —Yo asiento a su pregunta.

—Sí, convivimos en un lugar llamado casa, cada quien tiene a su familia —cuando digo lo último su mirada parece perderse.

—Familia.... —Murmura.

—¿Pasa algo? —Me acerco para checar si sigue viva o algo.

Levanta la mirada y sus ojos verdes conectan con los míos.

Se ve apagada y destrozada, como si faltara algo para hacer que sus ojos tengan un brillo ¿Qué habrá pasado para que todo en ella sea así? ¿Qué paso en su infancia? Nos quedamos mirando un par de segundos y ella corta la conexión desviando su mirada hacia otro lado, lentamente me regreso a mi lugar.

—Oye y, ¿cómo te llamas? —Pregunta pero esta vez mirando a todos lados menos a mí.

—¿Ah? ¿No te he dicho como me llamo? —Niega con la cabeza. Idiota debería ser mi apodo—. Soy Blake ¿Y tú?

—Mi nombre es Neivel —sonríe un poco, esta vez tomando el valor de girar su cabeza hacia mí.

—Bueno Neivel, quisiera quedarme pero tengo que estudiar y no me quiero retrasar —su sonrisa desaparece y algo en sus ojos trasmite miedo, ¿qué pasa? —me acerco preocupado hacia ella.

—No, nada, vuelve a tu lugar —su mirada me evita de nuevo, pero con mis dedos agarro su barbilla con delicadeza y la obligó a que me mire, en este momento no sé qué carajos estoy haciendo pero no me arrepiento, su nerviosismo se nota a kilómetros y la única frase que sale de su boca es—: Lo siento pero tengo que irme.

Se levanta apresuradamente y sale corriendo hacia el bosque, dejándome ahí, confundido, sin palabras. En el nano segundo que vi su mirada había lágrimas.

¿Tenía miedo a que yo me vaya? ¿Por qué? Solo estuvimos juntos unos cuantos minutos y le explique algunas cosas básicas, creo que necesita ayuda, pero no sé cómo dársela aunque muy en el fondo de mi quiere verla de nuevo, no quiero dejarla sola. En la mañana vendré a este mismo lugar memorizándome el camino....

El camino.

¡Carajo el camino! ¿Ahora como regresaré a casa? ¿Y si me pierdo de nuevo? ¿Y si un oso me come? No me mató la chica pero es muy probable que un oso sí. Ok Blake, relájate, respira y avanza, no puede ser muy difícil. Con paso confiado me adentro en el bosque dejando pasar el hecho de que puedo ser la cena de cualquiera.

Veinticinco minutos más tarde.

Quiero llorar.

Estoy aún más perdido que antes ¡Ni siquiera sé dónde estoy! Tampoco lo sabía antes pero ese no es el punto. Camino y camino pero sigo sin ver la cerca, Dios ¿tú no me quieres verdad? Ósea tuve fe en que podría regresar ¡Pero parece que eso no bastó! Estoy perdido, faltan veinte minutos para que empiece mi clase y además...

Detengo mi reclamo mental por el ruido de un auto pasando por una carretera, una pizca de esperanza crece en mi pecho. Corro hacia donde proviene el ruido y efectivamente es la carretera de mi pueblo.

Una Caperucita Feroz [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora