Una Caperucita Feroz [EDITANDO]

capitulo 21

Capítulo 21

Despierto por el sonido de mi alarma y con sueño intento apagarla, pero es en vano porque un peso en mi brazo derecho me detiene.

Abro los ojos para identificar quien es y sonrió al ver a Neivel dormida.

¿Por qué tengo que ir a clases cuando puedo quedarme viendo tremenda belleza?

Decidido. Hoy faltaré.

Desde que le regale el collar a Nei ha venido seguido a dormir en mi habitación, casi se me sale el corazón la primera vez, sin embargo, pude sobrevivir. Cuando intento cerrar los ojos de nuevo, mi mamá entra.

— ¡Buenos días! ¡Hoy es el segundo primer día así que a levantarse! — En mi brazo se remueve mi acompañante y mamá se da cuenta de que tengo una pequeña invitada — ¡Oh! ¡Mejor aún! Mató a dos pájaros de un tiro ¡A levantarse! ¡Hoy es un lindo día!

Miro mi ventana curioso y pongo mi cara de Póker.

—Mamá, estamos en enero, vivimos en Filadelfia, lo cual significa que estamos ¡En el mes con más nieve! ¿Cómo pretendes que vaya a la Uni así?

–Con 2 camisetas por debajo y una chaqueta abrigadora, además el vecino me ayudó en limpiar la entrada así que no hay excusa.

Agarro mi cobija y nos tapamos con ella para seguir durmiendo, pero como mi mamá no es las de convencer rápido, la jala desde abajo y nos la saca. Suspiro rendido.

—Está bien ya me levanto — Sonríe satisfecha y sale.

Con cuidado saco mi brazo debajo de la cabeza de Nei, busco una toalla y ropa para ir al baño a darme una ducha, bostezo en el camino y choque con las paredes varias veces.

Es increíble como me duermo temprano y tengo sueño.

Lo bueno es que ya no he visto a la otra Nei ni mucho menos la he soñado, desde que duerme conmigo todo se ha calmado un poco aunque sigo un poco confuso y las preguntas aún pasan por mi mente, no le encuentro lo lógico, descarte el hecho de que sea su hermana, ya que aparece y desaparece, también descarte que sea ella misma porque no se pone nerviosa al verme o le he visto una mirada coqueta.

—¿Por qué tiene que ser difícil? — Murmuró mientras el agua cae sobre mí.

Me duele la cabeza cada que intento buscarle una solución y créanme los tengo a cada rato.

Salgo de la ducha y con cuidado me visto, salgo con dirección a la cocina mientras reviso las redes sociales un rato.

Facebook nada.

Instagram nada.

WhatsApp nada.

Mamá tenía razón, literalmente no tengo vida social o algo. Guardo mi celular en mi bolsillo trasero, cuando giro mi cabeza para mirar al frente algo choca contra mí y miro a ver quien es.

—Ten más cuidado princesa — Se rasca el ojo con la mano y hace un leve gruñido.

—Tengo sueño — Bosteza y yo solo me rio.

—Y eso que te acostaste anoche temprano — Ruedo los ojos divertido, pero en cuanto presto atención a su cara frunzo el seño — ¿Quién te hizo esto? — Tocó la herida que tiene en la mejilla, pero ella mira hacia otro lado evitándome prestarle atención.

—Anoche cuando me pasé a tu habitación choque contra la pared y me rasguñé por accidente — Se excusa.

—¿Segura? — Preguntó nada convencido aunque ella asiente.