Una Caperucita Feroz [EDITANDO]

capítulo 27

Blake POV

Pensar dos veces no es lo mío, siempre a lo idiota. En este preciso instante me estoy arrepintiendo de haber imaginado que venir hasta aquí es buena idea.

Tu mente te estará diciendo ahora mismo Necesito contexto ahora mismo, pues a eso voy.

Hoy había despertado con mi curiosidad a mil por ciento, entonces quise investigar mas en el bosque, ver si encontraba mas de lo que me esperaba, después de arreglar la cajita no pude dormir casi nada por querer descifrar el porque estaba ahí, hasta que me levante, desayune y me fui directamente al bosque, le mencione a Jean pero desgraciada mente tenia que entregar un proyecto así que vine solo.

Lo que no me percate fue del clima, específicamente, estoy en medio de una tormenta de nieve muy fuerte.

Mi pecho esta congelado por el frio aire que estoy estoy respirando, hace que me maree un poco y hace que me tropiece.

Debí quedarme en casa, maldición.

Esto en definitiva esto me matara sino encuentro la salida lo antes posible porque, no quiero morir, no siento que es el momento preciso para hacerlo.

Intento mirar al frente pero la nieve pasa por mis ojos y los cierro, por suerte, traje mis lentes de contacto, con mi chaqueta me cubro la boca y nariz, otro intento mas y esta vez veo la sombra de una persona, me relajo un poco.

—¡Ayúdeme por favor! — Le grito y cuando estoy lo suficientemente cerca de esa sombra me paralizo.

Otra vez no, por favor ¡Estoy en medio de la muerte!

—¿Necesitas mi ayuda Blake?— Pongo una mueca al escucharla decir mi nombre de esa manera tan perversa. No le respondo solo retrocedo — Oh me tienes miedo — Su sonrisa me asusta en un momento como este.

La Neivel mala solo se queda quieta, por el rabillo de mi ojo noto movimientos, volteo mi cabeza a la derecha y una señora de unos treinta y cinco años se acerca lentamente, giro a mi izquierda y esta vez es una anciana.

Se me hacen conocidas....

Oh fuck. 

Son las señoras de las fotos.

—Ella nos desgracio la vida — Dicen a mi derecha.

—Ella nunca debió nacer — Dicen a mi izquierda.

¿Ella? ¿Neivel? 

—Déjense de estupideces, nos tenemos que deshacer de el — Miro rápidamente a la persona frente a mi. — O sino, Neivel nunca se hará débil.

Cuando empiezan a moverse es donde mi cuerpo reacciona. Corro a la tormenta ya que, es la única salida.

—¡Puedes correr pero no esconderte! — Lo tengo mas que claro.

Carajo, mis pulmones me arden demasiado, esto es demasiado difícil, sentir el miedo y el frio al mismo tiempo es una sensación que no se la deseo a nadie. Siento que me empujan tan duro que hace que me caiga y choque mi espalda contra un árbol. Cierro mis ojos fuertemente, tanto, que de mi boca sale un quejido de dolor.

Escucho varias pisadas, y no hace falta abrir los ojos para saber quien es.

—Esto me duele mas a mi que a ti — Aja y yo soy un pony a punto de vomitar arcoíris.

El golpe que me da hace que quede entre estar consiente e inconsciente, esto dejara un moretón muy grave, ella me agarra de las piernas y me arrastra en la nieve.

¿A donde se fue mi fuerza? Buena pregunta, parece que cuando me dio el golpe dijo "Uy yo no puedo con esto, mijo, te las arreglas tu solo"...

Mamá tiene razón, menos mal que no me drogo porque si estoy así de pendejo no me imagino como lo estaría si me fumara esa cosa.