capitulo 28

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3ra persona POV

Después de una semana de exámenes y cuentos para dormir, a Blake le dieron la gloriosa alta, solo que con mucho reposo, esto hizo despertar el sobreprotector instinto de Megan, nada de juegos, nada de levantarse de la cama, nada de sobre esfuerzo y así, un sin fin de cosas que dicto apenas llegaron. Neivel por otro lado no se despegaba de Blake ni por un segundo.

—Princesa, puedo comer solo — Ya es la quinta vez que se lo dice.

—Lo siento Blake, pero no dejare que hagas el mínimo esfuerzo — Se negaba una y otra y otra vez,

Jean Carlos lo visitaba para revisar como estaba, claro, nunca dejaba su seriedad, aunque muy en el fondo se relajaba al ver que estaba bien.

—Oye idiota — Blake rodo los ojos — Aquí... Aquí esta los trabajos que dejo tu profesor — Le deja los papeles en la mesita de noche — Solo no seas tan imbécil para ponerte a hacerla ahora, hazla cuando te sientas mejor — Se dirige a la puerta pero se detiene y dice: — Yo te ayudare.

Obvio nuestro querido protagonista no dijo nada pero cuando ya no había nadie dijo un diminuto Si en señal de victoria. Todo estaba en calma, aunque en la mente de Blake todo fuera un desastre, no dejaba de pensar en lo que había pasado, a veces ni dormía por el miedo que esto le generaba, le pedía a Neivel durmiera con el para sentirse protegido.

Pero todo eso cambio una noche.

Blake se despierta abruptamente por no sentir a Nei a su lado pero recuerda que no se lo había pedido ese día así que solo cae en su cama con menos preocupación, quiso dormir de nuevo pero el daño ya estaba hecho, prefirió ir a tomar un vaso de agua con la debida precaución.

Baja las escaleras para llegar a la cocina, cuando lo hace, abre la nevera para agarrar la jarra y tomársela desde el pico.

Mama me mataría si me ve tomando de esta manera.

El pensamiento del chico hizo que sonriera un poco, se regresa por donde vino, solo que cuando esta en la sala, el sonido de una cerradura abriéndose hace que se detenga.

Oh no.

Como ya sabrán, Blake entro en pánico, millones de escenas de el asesinado pasaron por su mente, y si, se quedo parado en blanco sin hacer nada.

A veces me pregunto como este chico a sobrevivido casi 17 años de su vida pero bueno, sigamos.

Una pequeña sombra cierra la puerta silenciosamente pero cuando se voltea, al igual que Blake se queda petrificada.

—¿Ne-Ne-Neivel? — El chico no podía creer lo que estaba viendo.

—Blake... — Se sorprendió aun mas por la forma tan seria en la que hablo — No entres en pánico. — Se intenta acercar pero este reacciona y retrocede.

—¿Por que estabas afuera y por que tienes manchas por todo tu cuerpo? — Pregunto confundido, el escalofrió paso por su cuerpo al pensar lo que era — ¿Es...Sangre?

—Blake... No soy un monstruo ¿Si? — Las manos de la pobre chica empezaban a temblar, al ver que no respondía le pregunto de nuevo — ¿Soy un monstruo? — La tensión era palpitante.

—Por su puesto que no, pero necesito respuestas de esto — Le señala con las manos.

—Y te las daré solo dame algo de tiempo — En realidad no quería decirle nada.

—Creo que ya espere demasiado, dime lo que esta pasando, ahora. —Exigió, a lo que ella suspira.

—Solo, no me tengas miedo... — Se acerca y le acaricia la mejilla con la mano manchada — No tu, por favor. — Lagrimas se acumulan en los ojos de ella.

Una Caperucita Feroz [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora