DOS CARAS

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Extrañamente manjiro no había hecho nada contra takemichi como este lo esperaba, después de que el abuelo le pidiera quedarse y este aceptara manjiro solo se limitó a verlo con conmiseración, no le dijo nada, ni siquiera lo amenazó como había dicho que lo haría si se quedaba, solo lo veía de una forma algo distante sin decir palabra alguna.



El ojiazul se encontraba descansando en aquella habitación no podía conciliar el sueño, miraba alrededor esperando que su vista se cansase para poder dormir, pero ese momento no llegaba. Miro atentamente la pared derecha de la habitación notando que habían pequeños pedazos de papel tapiz levantado, se acercó a estas tratando de ver que había abajo, la tentación por quitar el papel de la pared era inmensa, pero tenía que contenerse.



Trato de ver lo que había abajo con lo poco que el papel le permitía visualizar, debajo del papel había otro, pero con otro tipo de decoración era de un color rosa y tenía unos corazones por lo que podía ver.



— ¿Alguien más además de shinichiro vivió aquí? — susurro para sí mismo mientras acercaba su mano para levantar un poco el papel, pero un sonido lo puso en alerta.



Parecían risas ...



No venia de la puerta del corredor, tampoco venia de la habitación de alado, trato de poner atención para descifrar en donde estaba aquel sonido, y lo escucho, escucho de donde provenía.



Lenta y cuidadosamente se acercó a la ventana evitando hacer el menor de los ruidos, el cielo nocturno era espeso y no dejaba ver bien alrededor, vio atentamente como los maizales se estaban moviendo y no pudo evitar sentir un escalofrió en todo su ser, cerro la cortina de la ventana lo suficiente como para mirar con un ojo lo que estaba ocurriendo. Se escucho como la puerta de atrás eras abierta y alguien salía, takemichi solo podía quedarse ahí parado sin hacer nada por que su cuerpo no se movía de la ventana.



De pronto un animal salió de entre aquellos maizales y lanzo un gruñido de advertencia, seguido de un grito que a los oídos humanos parecían los gritos de una niña y un gallo juntos, era un coyote, pero la negra noche lo hacía ver como un animal de lo más grande y escalofriante con esos ojos amarillos que brillaban en la noche mientras seguía gritando.



De pronto el sonido de una escopeta mossberg se escuchó e hizo eco en aquella gran tierra, los ladridos se apagaron y manjiro salió de la casa directo hacia su abuelo, takemichi se paralizo por el miedo que sentía y trato de quitarse de la ventana consiguiendo una tenue vista de manjiro hacia él lo que lo asusto aún más.



De pronto el sonido de una escopeta mossberg se escuchó e hizo eco en aquella gran tierra, los ladridos se apagaron y manjiro salió de la casa directo hacia su abuelo, takemichi se paralizo por el miedo que sentía y trato de quitarse de la ventana...

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Manjiro había llevado a takemichi al establo en donde ordeñarían a las vacas por petición de su abuelo, mientras las vacas eran ordeñadas por una maquina takemichi pensó en lo que había pasado anoche, realmente después de que el abuelo de manjiro se encargara de aquel coyote mejoro el insomnio que él tenía, pero aún le resultaba algo perturbador.



LA GRANJA || MITAKE ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora