one shots ! maitake

alewife

one shot inspirado en alewife, canción de clairo.

parado frente a las vías del tren, en una estación cualquiera de tokio. apenas respetaba la línea de seguridad que marcaba el piso para no provocar accidentes. se escuchaban muchos sonidos pero a la vez todo estaba silencioso, nadie hablaba pero el aire le hacía llegar susurros ajenos.

mikey entra al vagón del tren, toma el primer asiento que ve y parece que se funde con él, hundiéndose en una comodidad extraña donde nadie lo conocía.

ve a la ventana de enfrente, por debajo se ve una gran altura y algunas casas. gente productiva caminando de aquí a allá.

¿a donde iba?

cualquier lugar que pueda ahogar sus pensamientos hasta hacerlo querer vivir, ese es su destino.

se perdió en sus pensamientos y de repente sus pies ya lo tenían parado a la orilla de la playa. estaba descalzo, sentía la arena bajo sus pies picar, como si estuviera en el auténtico camino al infierno. el aire frío congelaba sus mejillas rojas y refrescaba sus ojos llorosos.

sentía el agua sobre sus rodillas y como su pantalón mojado tocaba hasta sus muslos, su vista siempre al frente donde se veía un cielo nublado y triste. ¿estás triste cielo? ¿es por qué vas a presenciar otra muerte miserable? te compadezco, yo tampoco querría observar eso. patético.

— el día se ve algo triste.

volteo asustado a la dirección donde se escuchó aquella voz. ojalá no lo hubiera hecho, deseo y pensó, porque él estaba ahí.

estaba ese chico con cabello negro como la oscuridad al dormir, con unos ojos azules que parecían más profundos que el agua donde se encontraban, una piel tostada que se veía suave. y su voz, parecía feliz. takemichi siempre lo parecía.

— eh, sí. está nublado —dijo como si no le tomara importancia a su presencia, pero si lo hacía. por eso estaba llorando mientras apretaba sus labios. sus lágrimas se perdían en el agua bajo sus pies y sus ojos se cerraban.

otra vez estaba ahí, parecía que lo seguía. ¿por qué siempre arruinaba sus planes? ¿y por qué a la vez se sentía tranquilo con eso? no quería ser detenido o salvado, sinceramente solo quería irse pero al mismo tiempo se sentía mal por hacer tanto problema para su amante.

— ¿qué hacías? —escuchó la voz de takemichi mientras veía como se movía a su al rededor, provocando que el agua empezara a crear marea. lo estaba mareando.—

— nada realmente —quería morir.

takemichi tomó su mano, y de repente en ese clima húmedo y frío sintió un poco de calor. sus dedos se enredaron con los ajenos y otra mano alzó su barbilla, haciendo que su vista ahora estuviera al frente pero ya no viendo al cielo, viéndolo a él.

lo estaba besando. unos brazos se colaron en su espalda baja y por experiencia sus propios brazos vagaron al cuello ajeno. besos salados y profundamente calientes. takemichi susurraba palabras en su boca, mikey solo podía entender "casa".

otra vez, takemichi lo había interrumpido.
como la primera vez que lo hizo, como cuando se conocieron.

takemichi siempre estaba saliendo, caminando por todos lados y así fue como lo encontró. recuerda que siempre lo veía corriendo por la estación del metro apenas llegando segundos antes de que las puertas se cerraran, mientras mikey solo tomaba trenes que lo llevaran a cualquier lugar.

por casualidad mikey conoció a takemichi en la azotea del edificio donde el segundo trabaja. el primero calculaba la altura y el pelinegro había subido a tomar algo pero terminó salvando a una persona.

cada que takemichi lo besaba, mikey pensaba: "sabes que me salvaste de hacer algo por mí esa tarde" y sentía que en cada roce de labios su novio le cobraba por aquel jalón de brazo que evitó que su cuerpo se destrozara y su alma cayera en lo profundo de la tristeza.

cuando takemichi lo dejo en casa insistió en quedarse con él pero mikey no quiso. agradeció que su novio entendió y entró a casa.

lloró muchísimo esa noche. había tantas razones que las había olvidado y pensaba que lloraba sin sentido, pero cada lagrimaba representaba algún pensamiento que seguramente lo atormentó en sus noches de octavo grado.

pasaron uno, tres, seis y dos semanas en las que mikey no contestó las llamadas de takemichi.

había estado pensando en muchas cosas. después de ese día en la playa, pensó en lo mucho que se había esforzado; cuando conoció a takemichi empezó a mejorar su vida, solamente que su tristeza no lo dejaba ver. porque unas manos oscuras sostenían sus pies por las mañanas y abrazaban su alma hasta hostigar, pero el pelinegro siempre estaba en su puerta a las 9 am.

el teléfono estaba sonando por séptima vez.

uno, dos, tres, cuatro, en línea.

— ¡mikey, cariño! ¿estás bien? no contestabas mi llamadas me preocupé, ¿puedo ir a verte? yo-

— iré a tu apartamento... —lo interrumpió, sintiéndose nervioso, quería mejorar aún más.— no quise asustarte... sólo tenía algunos pensamientos.

y sin más colgó, no dejando terminar de hablar a takemichi y por eso mismo unos pocos minutos después desde su puerta se escuchaban los dedos de alguien golpearla.

la abrió y ahí estaba él, como siempre.

— juro que podría haberlo hecho esa tarde —empezó a hablar, con sus manos temblando y sus ojos llorando.— lo habría hecho esa vez y todas las anteriores que lo intente si tú no hubieras estado ahí.

takemichi estaba recargado en sus rodillas, intentando recuperar el aire perdido al correr para llegar rápidamente al apartamento de mikey. el rubio solo lo podía ver desde arriba, con la vista nublada, como takemichi lo miraba con atención y sorpresa.

— el día que sostuviste mi brazo, gracias. haz sido tú todo este tiempo —mikey no podía dejar de llorar, porque había querías decir esto desde hace tiempo. solo agradecer por este apretón que recibió hace años. quería sentirse vivo.

su novio lo abrazó.

— estaré bien.

mikey se sentía muy afortunado.

no desea jamás haber intentado abandonar su cuerpo, porque así lo conoció.

esto fue demasiado mediocre pero he tenido un bloqueo artístico de escritor ?? no puedo escribir ):

espero sea del agrado de al menos una persona pero eso, hoy mismo o mañana seguramente ya estará el primer capítulo de cry baby