43⭐

688 83 52
                                    

La abolición

El sudor frío corría por mi nuca, tenía las manos atadas bajo mi espalda y estaba de rodillas en el suelo con la cabeza agachada, podía ver mis lagrimas caer en la alfombra de la oficina de padre

Estaba en el medio de Rintaro a mi derecha y Fashiko a mi izquierda, oír los sollozos del último me estaba rompiendo el corazón.

No me importa tener un arma sobre la cabeza, no quiero que llore.

—— firma en las 4 hojas, que la letra se entienda Ashida ——le ordenó aquel hombre de patillas, pocas veces lo había visto pero nunca me aprendí su nombre

Cómo se atreve a darle una orden, no es nadie.

——Makise, no me llames por mi nombre. ——le corrigió mi padre

—— no estás en una posición para pasarte de listo, tus hijos y sobrino están cada uno bajo un arma. No vamos a dudar en disparar si te vuelves problemático —— rió de forma asquerosa

—— ¿Realmente te atreves a hablar en plural? Simplemente dejas a otros hacer tu trabajo sucio, no te des tanto crédito ——gruñe mi tío con molestia

—— no tiene sentido que nuestros hijos sean las víctimas, ¿Cómo crees que reaccione Japón a que nuestros hijos sean asesinados? Te hace falta una cuartada —— hablo está vez mi padre

—— mis manos estarán limpias como bien supusieron, yo saldría ileso si no cumplen con mi petición mientras que ustedes se quedan sin sus pobres herederos ——volvio a hablar patillas

—— ¿Que te asegura que saldrás ileso? Nosotros mismos te cortaríamos el cuello. ——escupio mi padre

—— ¿Quieren firmar el contrato y que sus hijos vivan? O prefieren tener la dulce venganza de matarme? ——podria jurar que está sonriendo en este mismo momento

Silencio, ninguno respondío

Debe haber algo que pueda hacer, sé pelear sin mis manos y sé que no me harán falta, sé que si hago un movimiento Rin me acompañará y podríamos encargarnos de los 3 tipos a nuestras espaldas

Miré a la derecha, Rin tiene el ceño fruncido y está en la misma posición que yo. Sus ojos los llevo hasta mi dirección y conectamos miradas

No hacían falta las palabras, sabemos que hacer.

Había que seguir la primera regla

Los instintos de lucha se obedecen, no sé suprimen.

De manera lenta empecé a mover un poco mis rodillas, planeaba separarlas debajo de mi para poder levantarme y ejecutar los movimientos necesarios

Pero fue tarde

Escuché como sus bolígrafos se movían sobre el papel rápidamente, ya habían firmado.

La risa de patillas volvió a llegar, logro su cometido.

—— fue un... Placer hacer negocios con ustedes ——dijo con arrogancia

Pandillas entre la élite [Mitsuya Takashi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora