Only You Can Be My Alpha || L.S

Fruits of the Revolution

Louis se despertó temblando, confuso y con un dolor de cabeza de proporciones de pesadilla. Algo no estaba bien, pero no sabía qué era.

Abrió los ojos y miró a su alrededor, percibiendo un aroma que provocó que su entrada se contrajera y su miembro se endureciera.

El aroma era de Harry. Harry había estado aquí, pero no sabía por qué. Ni siquiera sabía cómo había llegado hasta su casa o dónde había estado la última vez.

Empezó a hiperventilarse, por lo que We-Ota saltó hacia él y se subió a sus piernas, sin embargo, eso no calmó su repentino pánico. ¿Qué había pasado?

Rebuscó una y otra vez en su nublada mente una respuesta. Lo último que recordaba era... era... Oh Dioses, pensó avergonzado. Su mandíbula cayó cuando encontró la última pieza que tenía del rompecabezas. La reunión del Consejo.

Recuerda que peleó con Lucian, y que Harry lo obligó a detenerse y sentarse a su lado, pero todo se vuelve confuso después de eso. El Pack Alfa había levantado la voz y Louis había empezado a marearse un poco. ¿Se desmayó? No, eso es imposible—de ninguna manera sería tan débil.

De repente, percibió una rara molestia en su cuello, así que su mano voló hacia el lugar para inspeccionar la extraña sensación, presionando sus dedos contra el dolor y gimiendo mientras un líquido resbaladizo humedecía su orificio. Hacía mucho tiempo que no sentía su propio lubricante. Probablemente se debía a la mordida de un alfa. Una mordida de alfa.

¡¿QUÉ?!, gritó en sus pensamientos, desesperado por comprender cómo había podido recibir una mordida de alfa en su cuello. ¿Es de Harry? Sí, le dijo su voz interior.

Era obvio. Por supuesto que era de Harry. Tenía su aroma por todas partes. ¿Pero por qué Harry lo habría mordido? ¿Qué es lo que se estaba olvidando?

Louis no pudo soportar esta locura ni un segundo más; dejó a Wewe en el borde de su manta y salió volando de su wigwam, con un rápido "Lo siento" soltado por encima de su hombro hacia el conejo descontento. Ahora mismo estaba más motivado que nunca para ir a interrogar a Harry. La idea lo aterraba, estar de nuevo en ese tipi lo asustaría, y él lo sabía, pero algo así no podía quedarse sin explicación. Era algo demasiado profundo y espiritual como para estar tan confundido.

Se dio cuenta que su cuerpo estaba tan débil que le costaba caminar, pero perseveró, tropezando por el pueblo de camino a la casa de Harry e intentando ignorar las miradas atónitas de los lobos de la manada.

Sabía lo mucho que olería a Harry; el aroma le molestaba a su propia nariz por su intensidad, aunque para los extraños sería naturalmente más abrumador. Ya que representaba una amenaza—una afirmación autoritaria de un alfa que tenía en su poder a un omega con el que pretendía establecer un vínculo.

¿Qué carajos ha pasado?

Harry debía de haber olvidado que una marca de reclamo en un omega no emparejado era algo intensamente doloroso si se le dejaba solo. Rara vez se hacía demasiado lejos de la luna llena por esa razón. Ahora Harry tendría que atender constantemente la marca para evitar que atacara el cuerpo de Louis y lo debilitara a cada rato. ¿Acaso no pensó en nada de eso cuando lo mordió?

De todas maneras, una parte de él estaba encantado de que esto hubiera sucedido, pero la otra estaba enfurecida. Despertarse solo con la marca de reclamo de un alfa era una completa contradicción; se merecía una explicación de todo lo que había sucedido, y no iba a aceptar nada que no fuera eso.

Durante su camino, los alfas se apartaron de él como si tuviera alguna enfermedad contagiosa mientras que los omegas agacharon sus cabezas y se aseguraron de no mirarle a los ojos. Esperaba que sus amigos no reaccionaran de la misma manera, o esto iba a ser una molestia que superaría sus peores pesadillas.