Only You Can Be My Alpha || L.S

Home, Eternal

La ceremonia era dentro de dos horas y Louis tenía el estómago hecho un nudo. Podría ser por los cachorros, pero estaba seguro de que era por la ansiedad del momento.

Harry había ido a la Casa de Almas con Ianalfto —a quien, por alguna razón, todavía no conoce— para una ceremonia de preparación solo para Pack Alfas, mientras que Louis estaba esperándolo en su casa con Draco, Niall, Kurtanis y Jackson. Hubiera querido que los Seis omegas del Destino estuvieran aquí también, ya que aún sentía una conexión significativa con ellos, pero estaban ocupados preparando el prado central con sus alfas, por lo que tendría que verlos más tarde.

"La energía en el aire es una locura—hacía tiempo que no sentía algo así", exclamó Draco, respirando hondo y esbozando una sonrisa.

"Es un día muy especial para todos nosotros", afirmó Jackson, sonriéndole a Louis como todo el mundo lo estaba haciendo hoy. "Por fin todo se sentirá como corresponde".

Niall asintió con avidez. "Podremos sentirte espiritualmente, así como Harry lo hace. No es justo que él sea el único que pueda hacerlo".

"Estoy de acuerdo", dijo Kurtanis.

Louis no sabía qué decir. Se sentía halagado de que todos estuvieran tan emocionados por su incorporación oficial a la manada. Si hubiera sabido de la familia que formaría aquí en Chehalis, habría saltado directamente a los brazos de Zayn en el momento en que lo vio en el bosque.

Después de que hayan pasado dos horas interminables en las que no hubo tiempo para nada, Camila asomó la cabeza en el tipi.

"Es la hora", dijo ella con una sonrisa contagiosa.

Louis se puso en pie e instintivamente se abrazó el vientre para darse fuerzas. Enseguida sus omegas más cercanos salieron con él, y así le brindaron todo el apoyo que podía pedir.

Caminaron en grupo hacia su destino y Louis se sorprendió al encontrar el pueblo completamente vacío—cada uno de los lobos ya estaba precisamente a dónde él se dirigía. Que todos estuvieran esperándolo le hizo sentirse nervioso y agradecido a la vez.

Estaba contento de que los lobos se dieran el tiempo para asistir a su integración a la manada—de que les importara tanto como a él, aunque para Louis fuera algo infinitamente más significante.

Pero como le habían recordado innumerables veces durante las últimas dos horas, él era el omega del Pack Alfa, y eso significaba mucho para toda la manada.

Ahora le parecía una vida completamente diferente el hecho de que lo hubieran considerado un extraño en Chehalis. Desde su unión con Harry, nadie lo había vuelto a ver así. Ya era su Pack Omega en todos los sentidos menos en el oficial, y este era el día en que la pieza final se colocaría en su lugar.

Cuando pasaron la sede del Consejo y empezaron a acercarse al prado, ya se podía oír la música de los tambores y los alegres cantos de los lobos al otro lado del monte que los separaba, y eso logró darle el último empujón de determinación y confianza que necesitaba. Sabía que pertenecía a este lugar y que sería bien recibido.

Así que cuando finalmente llegó a la cima, Chehalis vitoreó.

Se le llenaron los ojos de lágrimas y saludó con la mano a los espectadores que se encontraban colina abajo, mientras su mirada se dirigía a Chehalis en su totalidad para contemplarlos a todos. La manada rodeaba una enorme hoguera, con la mitad de los lobos al sol y la otra mitad en la sombra bajo los característicos pinos del lugar. Y todos ellos estaban sonriendo.

¡Y eran tantos! Louis nunca había visto tantos lobos en Chehalis a la vez. Sabía que se debía a que muchos de ellos estaban de guardia nocturna y tenían un horario de sueño opuesto al suyo, y le conmovía que se hayan quedado despiertos para esta ocasión.