Narrador Omnisciente.
Azul Miller se encontraba distraída jugando con su sobrina en el jardín delantero de su hogar, pero en el hogar de al lado desde la ventana alguien la vigilaba como halcón apuntando en una pequeña libreta lo distraída que ella estaba, algo merodeaba su cabeza y esa persona se propuso descubrir que era aquello que la distraía tanto.
—Ey —volteó y observó a su amiga que se encontraba apoyada en el marco de la puerta —¿Conseguiste algo? —preguntó aquella chica.
—No —negó — sigue sin darse cuenta de nada y espero se mantenga así, nada se va a escapar de mis manos.
—Ella no se va a dar cuenta —aseguró confiada —pero y ¿el chico?
Bufó.
—Nathaniel está jugando al detective investigando a Axel y tiene sus propios problemas que arreglar, no va a notar nada y si lo hace ya será muy tarde —se encogió de hombros.
—Ten cuidado, sabes que esa familia es peligrosa —advirtió ella.
—Lo sé, pero yo lo soy más y nadie me va a impedir cumplir mi propósito.
Su amiga no estaba muy confiada con toda esa investigación, dudaba un poco de cuanto le preocupada su misión, dudaba de su concentración, pues llevaba demasiado tiempo en ello y su mayor preocupación era que saliera mal, pues los Miller son una familia muy peligrosa y aunque no son letales, ni mucho menos criminales, nadie se podía meter con ellos si querían seguir con vida.
Los Miller eran intocables en Portland y en todos lados, pues una sola llamada de parte de alguien llamado Miller podría ser terrible y más si fuiste tú quien se metiste con ellos. Los Miller son intocables.
Pero aquella persona que vigilaba a Azul lo tenía muy en claro y sabía que debía ir con pasos pequeños para no dejar ni un solo cabo suelto, no podía permitir que ninguno de los Miller se diera cuenta de que vigilaba a la castaña.
***
Anthony Miller se dio cuenta del cansancio mental de su hermana, todos se dieron cuenta en la mansión, Azul estaba distraída con muchas cosas en la cabeza, ellos desconocían que tenía su hermana, pero eso no les evito preocuparse por ella, al contrario, estaban constantemente preguntándole si estaba bien o si necesitaba algo, pero ella no hacía caso, siempre con sus audiófonos e ignorando todo.
Nathaniel era otro que estaba metido en su mundo, investigando lo más que pudo sobre Axel Bryce, no había resultados que a él le gustaran y aunque tenía muy metido en la cabeza que el novio de Azul escondía algo, la idea de que no había nada por descubrir a veces asomaba en su cabeza, pero lo descartaba rápidamente.
A veces Nathaniel pasaba tiempo con aquella joven Maya, le gustaba y ya habían tenido un par de citas que fueron buenas, pero aun el beso que se dio con aquella castaña Miller seguía en su mente, cuando cerraba los ojos durante la noche sin poder dormir, siempre esa imagen de su mejor amiga acercándose lentamente y el recuerdo del dulce sabor de sus labios lo inundaban creando un remolino de emociones en él, nunca había sentido algo así y esa era su mayor inquietud.
Él no podía permitirse sentirse así, no podía ser capaz de sentir algo más que amor de amigos por Azul Miller, pues estaba 100% seguro que no sería recíproco, mientras él luchaba con ese recuerdo y no dejarse consumir con los sentimientos, ella estaba muy enamorada de Axel Bryce, a pesar de que ya había pasado más de dos semanas desde que él la vio durmiendo con Hall, ella seguía sin encontrar la forma de arreglar aquella situación y Bryce parecía no muy interesado en arreglar la relación.
ESTÁS LEYENDO
Mi partida de Ajedrez (#01 Saga Miller)
Teen FictionPeones. Amor. Ajedrez. Secretos. Hermanos. Mentiras. *** Nathaniel se fue tan solo siendo un niño de 13 años a un prestigioso internado y regresa siendo una persona completamente diferente, atormentado, con los hombros llenos de secretos, solo de...