Epílogo

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Epilogo.

|Azul Miller|

San Diego-California EE.UU/ 2019.

—¿Dónde está el cepillo de dientes?

Escucho su resoplido, me asomo por la puerta y lo veo rebuscando en mi maleta.

—Amor —lo llamo y voltea a verme —el cepillo.

—Ah, está en el cajón de abajo —asiento y rebusco —no está mi cargador en tu maleta —se queja.

Encuentro el cepillo, le pongo pasta dental y me cepillo, me enjuago la boca y salgo. Lo empujo ligeramente y abro un bolsillo, saco su cargador, lo miro con una ceja arriba.

—Ups —besa mi mejilla como disculpa y corre a por su celular — tengo examen —me informa.

—Lo sé, tengo tu horario, recuerda —asiente y suspira de alivio cuando el teléfono comienza a cargar —unos meses más y tendrás tu título universitario—sonríe ampliamente, sus ojos verdes brillosos me observan con amor.

—Seré un licenciado —dice emocionado.

Es adorable.

—Licenciado en perritos —me burlo.

—Ey, ser veterinario es mi sueño.

—Lo sé.

Me acerco a él y me siento en sus piernas, acaricio su rostro, subo mi mano hasta su cabello color miel pasando mis dedos por él, suspira y recarga su frente en la mía.

—Te amo, Azul —susurra.

Sonrío y beso la punta de su nariz.

—Te amo, Liam.

Sonrío y tiro de su cuello pegando mi boca a la suya.

Liam y yo hemos pasado, por tanto, nos lastimaron de formas horribles, nos movieron como fichas, no culpo a Liam por nada, cuando conversamos con más calma a los días de haber llegado a California nos hizo bien a ambos, nos disculpamos y dejamos todo claro. Tuvimos que hacer el proceso legal y limpiar su nombre con ayuda del señor Ben McClaren él ha podido volver a llevar una vida normal, Alexa, Luna, Lucas, Megan y yo lo ayudamos mucho, Liam no es el mismo niño risueño y nervioso que recuerdo, hay mucha oscuridad en su mirada, pero es feliz, tiene paz y eso es lo que nos hace felices.

Comenzamos como amigos, cuando llegamos a California hicimos el respectivo proceso legal y Alexa nos abrió las puertas de su casa, convivir fue tan raro, al principio cuando lo veía al despertar me asustaba, pero cuando comenzaba a recordar me calmaba, él me dio mi espacio y yo el suyo, pasó tanto tiempo disculpándose que tuve que golpearlo y amenazarlo con mis cuchillos para que se calmara en ese aspecto, nuestra amistad comenzó a surgir, comenzamos a hablar como hacíamos de pequeños, las pesadillas cesaron, tener paz y ser feliz me hizo sentir bien, comencé a llevar terapia con un doctor que digamos tan legal no era, así podía conversar con sinceridad y recibir el tratamiento que me tocaba, pero me ha ayudado mucho. No he vuelto a Portland, a veces voy a París a ver a Brandon con Alexa y Liam, pero no he vuelto a pisar mi ciudad de origen, no lo necesito.

El rencor y odio por mi familia y exnovio siguen ahí, el doctor, Alexa, Brandon e incluso Liam intentan convencerme, pero no cedo, no puedo, sigo sin ser capaz de perdonar, a veces hablo con mamá o papá, pero no con mis hermanos. No soy capaz.

Liam y yo somos personas a las que les hicieron daño, somos personas a las que jamás debieron juntar, él era el villano de mi historia, pero la historia estaba mal contada.

Es divertido ver como a veces la partida de ajedrez se voltea, todo este tiempo tuve un contrincante misterioso lanzando jaques mates intentando que yo supiera la verdad a su tiempo, a su momento, pero siempre hay inconvenientes y despistes, todo es divertido, Liam fue una ficha de su familia y a mí me intentaron convertir en una ficha, pero como ya dije en innumerables veces yo no soy una ficha, soy la jugadora principal y esta no va a ser la última vez que haga un jaque mate, volverán a saber de mí, de eso estoy segura.

No nos hemos vengado de los Jones, aún, Liam y yo planeamos hacerlo, es lo que necesitamos para tener al fin un paz completa, pero aún no es tiempo, no podemos, han pasado 5 años y seguimos sin estar listo, esa repugnante personas están custodiadas en un lugar lejos de nosotros, no nos atormentamos, ambos sabemos que cuando llegue el momento se arrepentirán de haber nacido, nadie se mete con un Miller y en este caso jodieron a una de las personas que más amo y eso no se va a quedar así, tal vez ya no tenga la ayuda de mis hermanos, no hable con mi familia, viva en otra ciudad y extrañe mi hogar, pero sigo siendo fuerte, sigo siendo Azul Miller y soy la jugadora principal de este juego. Es mi partida de ajedrez y voy a ganar, aunque pasen mil años, siempre será mi juego.

Salgo de mis pensamientos cuando Liam me llama.

—Tú teléfono —me lo pasa y veo el identificador.

Anthony.

Desde que me fui no me ha llamado. Han pasado cinco años y jamás me llamó. Contesto, tensa.

—¿Hola?

—Azul —escucho la furia en su voz y me pongo alerta —los Jones se escaparon, van a ir por ustedes.

FIN 

Mi partida de Ajedrez (#01 Saga Miller)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora