14| Ojos azules apagados

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Capítulo 14.

|Nathaniel Hall|

Portland-Oregón EE.UU/ miércoles 16-10-2013.

Miro el techo sonriendo cuando siendo el dedo pasar por la planta de mi pie, miro a Maya que está acostada a mi lado.

Sonríe ampliamente, los hoyuelos en sus mejillas se marcan.

—Mmmhhh ¿Pizza o Hamburguesa?

—Pizza.

Respondo sin dudarlo, arruga la nariz.

Giro hasta estar acostado sobre mi estómago, la miro y sus ojos cafés me observan divertidos.

—Tu hamburguesa— adivino y niega.

—Eres terrible para esto de las citas—se burla, llevo una mano a mi pecho, indignado—. No me gusta el queso así que no soy fan de las pizzas, las hamburguesas no están mal, pero tampoco es mi favorito.

—Vale—suspiro profundamente— ¿Ensaladas?

Espero y no, esto de conocer a Maya de verdad es algo lindo y me gustaría que vayamos a comer, pero odiaría que fuera una chica de solo ensaladas.

—No, me gustan, pero no puedo vivir de solo verduras—rueda los ojos— barbacoa.

Enarco las cejas, sorprendido.

—¿Enserio?

—Yep

—¿Qué haces cuando tienes un antojo de barbacoa?

—Voy a mi restaurante favorito— asiento como si comprendiera.

— ¿Ósea que nada de comida rápida?

—Oh, si es comida rápida McDonald's

—Eso es más normal.

Me empuja del hombro, sonriendo atrapo su mano y la jalo hacia mí, cae encima mío, quito su cabello de su rostro y beso sus labios con suavidad, sonríe.

—Me gusta esto—susurra.

—A mi igual.

Se acerca lentamente y realmente odio que lo que veo sean ojos azules y no los suyos, odio remplazar la realidad con un recuerdo y odio comparar lo que sentí con Azul y lo que siento con Maya. No quiero arruinar nada de esto.

Antes de que me bese, giro mi rostro y finjo un estornudo seguido de un bostezo, lo último si fue real.

Me mira con diversión.

—¿Dormimos un rato?

La hago a un lado y me levanto.

—No puedo, tengo cosas que hacer—beso su frente y me calzo mis zapatos y abrigo— te escribo luego— muerde su labio inferior y asiente con una sonrisita.

Me voy de ahí maldiciendo lo idiota que soy y que realmente debo quitarme eso de la mente, Azul no quiere nada conmigo y eso, aunque duela un poco está bien.

***

Miro a la pelinegra frente a mí y parece muy curiosa sobre el porqué la llamé, siendo honesta yo también tengo un poco de duda, pero fue una orden de Anthony y debo librarme de todos los problemas posibles por ahora.

—¿Y bien?

Suspiro.

—Mikaela... —empiezo —quiero salir de esto.

Su ceja sube.

—Y yo quería ser hija única, pero lamentablemente eso no sucedió. —el sarcasmo en su voz me irrita.

Mi partida de Ajedrez (#01 Saga Miller)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora