Celos

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Wade había terminado en un bar de mala muerte bebiéndose una botella de whiskey, no podía dejar de pensar en Peter y en Quentin; se sentía sumamente traicionado, aunque en el fondo había una vocecita que le decía que Peter nunca había sido suyo y con cada trago intentaba ahogarla. Había estado enamorado de Peter desde hace 3 años, inclusive había tratado de llevarse mejor con Stark y volver a juntarse con sus amigos de Instituto por ver a Peter; cada sonrisa que el chico le daba lo llenaba de renovada energía y lo hacía creer que si podía tener un futuro feliz junto a un omega, ser padre de un cachorro y ser un alfa feliz... pero todo eso se lo había arrebatado Quentin en menos de una semana... tenía que pensar, tenía que encontrar la forma de tener a Peter, costara lo que costara porque si algo sabía él sobre si mismo, es que Wade Wilson es un hombre que nunca se rinde.

Peter se acurruco entre los brazos de Quentin, el hecho de estar embarazado había aumentado su líbido y a pesar de las pocas objeciones que Quentin había presentado ya que no quería lastimarlo, Peter había terminado convenciéndolo de tener sexo y la sesión había durado horas.

- Te amo- susurro Peter mientras se quedaba dormido

- Me encantas- Quentin acaricio su cabello- no sé qué haces o dices, pero... simplemente me vuelves loco

- Es porque estamos destinados

- ¿Destinados?

- Algo así me dijo mi padre...- Peter bostezo- una pareja destinada...

- Interesante- Quentin deposito un beso en la frente del menor- me gusta la idea

Peter se había quedado dormido con una sonrisa en los labios, Quentin bajo su mano al vientre de su omega que aún se mostraba como si hubiera tenido una gran cena y que a la mañana siguiente volvería a estar tonificado, era raro todas las emociones que lo embargaban; iba a ser padre en pocos meses, estaba iniciando una sucursal de su empresa y había encontrado el amor... tal vez para otras personas tantos cambios podían ser abrumadores pero para Quentin no hacían más que llenarlo de adrenalina, mañana mismo era capaz de ir y comprar todo para el cuarto del bebé. Rio en voz baja y acaricio el vientre de Peter, no le importaba ni sus suegros ni nadie más que la familia que estaba formando, le había prometido a Peter muchas cosas cuando estaban separados y estaba dispuesto a cumplir cada una de ellas.

Paso una semana hasta que Peter acepto ir a la casa de sus padres a ver a Tony, Steve le enviaba mensajes preguntando como estaba y que lo extrañaban, siempre hablaba en plural; Peter solo sonreía ante esto ya que toda su vida había vivido con sus padres y los conocía bien, su relación era tan fuerte como un roble y a pesar de todos los altibajos que hubieron ellos nunca se separaron; siempre era Steve quien volvía a encaminar a Tony y quien verdaderamente lideraba la familia a pesar de ser el omega.

Peter entró en la mansión y vio a Steve caminando de un lado para otro, ni bien vio a su hijo fue a darle un gran abrazo y empezó a llorar.

- Papá no seas dramático

- No puedo evitarlo- Steve seguía abrazándolo- eres mi único hijo

- Lo sé papá, yo también te amo- Peter se dejo mimar

- Mi pequeño, no sabes cuanto te amo... yo daría todo por ti, ni siquiera tu padre podría interponerse en el amor que te tengo

- No se si sea el momento, pero... - Peter se separó un poco- ¿Por qué no tuvieron más hijos?

- Yo...- Steve entorno los ojos

- Steve cariño, ¿tomaste tus supresores? - Tony apareció en la habitación

Tentación 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora