Capitulo 3

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Jein

Me levante con demasiada pereza y creo que hoy iba a ser uno de esos días donde no quería nada, no se que me pasa pero realmente casa vez me siento mas cansada de todo y de todos, se supone que iríamos con lex a ver la motocicleta así que debo sacar ánimos de donde no tengo, me vestí, no desayune nada por que ya iba tarde a la universidad y no tenia hambre. Cuando llegue no vi a mi amigo así que entre a mis clases por que o sino no me dejarían entrar.

- Hola jein- dijo lex sentándose junto a mi.

-Hola- dije sin ánimos y dando una mordida a mi hamburguesa.

-Estoy seguro de que hoy no estas de humor- dijo el chico.

-¿Se nota mucho?- dije sin ninguna expresión en mi rostro.

-SI, pero no importa, solo venia a recordarte que hoy debemos ir a ver la motocicleta, ¿te parece si vamos cuando salgamos de aquí?-me pregunto lex.

-Agh, esta bien- dije intentando sonreír.

-Okey, después nos vemos bella- dijo riendo.

Lex sabia que no me gustaba que me llamara bella y siempre lo hacia cuando sabia que estaba de mal humor. Después de que mi amigo se fue note la mirada del chico del patio, era una mirada fría, me levante para salir de la cafetería y poder ir a el patio. Saqué de mi bolsillo una caja de cigarros y escuche la voz de el.

-Así que aquí vienes cuando quieres alejarte de todo el mundo-dijo sentándose a mi lado.

- Si- dije sin mirarlo.

Ninguno de los dos decía algo, decidí solo mirarlo por un rato y ver cada cosa que llevaba puesta, no se que me pasaba pero realmente me veía reflejada en el, tal vez era por que yo vestía casi igual que el, totalmente de negro y también por que siempre mantenía mi mirada fría ante cualquier cosa, como si estuviera perdida. Me gustaban sus anillos, uno de ellos tenia una piedra en el medio que resaltaba mas que las otras y eso me llamaba mucho la atención, me gustaban muchos los anillos aunque nunca compraba por que nunca podía decidirme por uno, si me pusieran a elegir entre todos los que tenia realmente elegiría ese que tiene esa piedra, se veía tan llamativo que no pude evitar pensar en lo hermoso que era.

-Es hermoso- dije pero después me arrepentí al ver que lo había dicho en voz alta.

-¿Te gusta?- dijo el dudando de lo que yo había dicho.

-Si, es muy hermoso y resalta entre los demás-dije con una gran sonrisa

-Es mi favorito- dijo el y yo solo mantuve mi sonrisa.

Quería seguir hablando de eso pero la campana sonó así que debíamos volver a nuestras clases, me levante y el igual y volví a sentir esa corriente de electricidad, no dejaba de sorprenderme lo alto que era, antes de cualquier bobada que podía llegar a hacer o a preguntar me fui de allí dándole una ultima mirada.

Lucka

Después de las clases y de la charla que había tenido con jein sobre mi anillo salí de la escuela para encontrarme con Alex, me dijo que hoy ira alguien a mirar la motocicleta que yo iba a vender por que necesitaba dinero, esa motocicleta la tengo desde que tengo dieciocho, me la dio mi abuelo y no quería venderla pero ya no tenia opción, solo espero que la persona que la valla a tener la cuide como si fuera un tesoro por que eso es para mi.

Legue a casa y le dije a alex que me avisara cuando llegara la persona que iba a ver la motocicleta. Subí a mi habitación y puse un poco de música, me acosté sobre mi cama mirando el techo y me puse a pensar en aquella charla con jein, por alguna extraña razón esa chica me recordaba a mi madre, mi madre tenia ese brillo tan especial en los ojos como si fueran estrellas que nunca se apagaban, su mirada daba seguridad, ella podía ser fuerte pero a la vez ser tan frágil como una porcelana, era diferente y eso era lo que la hacia única. El anillo que le gusto a jein fue el ultimo regalo que me dio mi madre antes de morir, yo apenas tenia diez años, aun recuerdo lo que me dijo y me hizo prometerle antes de dejarme.

-Mi amor no llores, yo siempre voy a estar contigo- dijo mi mamá consolándome.

-Ma no quiero que te vallas, no quiero quedarme solo-dije sin parar de llorar.

-Yo debo irme, pero no te preocupes que llegara alguien que te acompañara siempre-dijo sonriéndome,-Mira, cuando llegue esa persona le darás este anillo, así sabrás que a donde quiera que vallas, ella te estará acompañando, debes prometerlo.- dijo entregándome un anillo que llevaba una piedra que brillaba como una estrella.

-Mami,¿ y si esa persona nunca llega?, ¿Qué voy a hacer?, tengo mucho miedo-tomaba la mano de mi madre con fuerza, no quería que se fuera, no quería quedarme sin ella.

-No todas las personas son para ti lucki pero yo se que encontraras a alguien que pueda salvarte de lo que sea, tan solo con una mirada sabrás que es ella. Te amo mucho y confía en mi-dijo dándome una ultima mirada.

-Te lo prometo....mami.

Yo había dejado de creer en eso, nunca llego esa persona, no en los últimos diez años y la verdad ya no quería pensar en eso aunque para mi era imposible, nunca olvidaría a mi madre y tampoco su hermosa mirada, tal vez muy en el fondo sigo creyendo que alguien llegara a salvarme de esta vida que llevo, quiero creer que es así a pesar de que cada vez parece mas difícil.

 " TAN SOLO CON UNA MIRADA LO SABRAS".















Tus ojos y mi destino en ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora