Capitulo 4

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Llegamos con al lugar donde nos mostrarían la motocicleta, nos encontramos con alex y resulta que uno de sus amigos era el que estaba vendiendo la motocicleta. El lugar estaba alejado de todo, habían muchos chicos vestidos de la misma forma, todos de negro, como si fueran pandilleros o esos chicos malos que siempre aparecían en las películas, todos con su motocicleta, su caja de cigarros, drogas y cervezas. Supongo que solo eran amigos de alex.

-¡LUCKA!- grito alex para que su amigo viniera.

-¡Ya voy!-respondió alguien desde el piso de arriba, supongo que era el chico llamado lucka.

Estaba viendo a lex y parecía que estaba asustado, esos chicos que habíamos visto en el patio de la casa eran intimidantes y al parecer no les agradaba mucho que una chica estuviera allí, por lo que pude ver no habían chicas en este sitio. Cuando bajo el chico mis manos empezaron a temblar y mi corazón empezó a latir mas rápido, era el chico del patio, su nombre era lucka y yo ni siquiera estaba enterada.

Lo único que pasaba por mi mente era como podía ser que ya nos habíamos cruzados algunas veces y yo no sabia su nombre, el solo me dio la mano y nos llevaron de nuevo al patio con aquellos chicos que me estaban asustando por la forma en que me veían. Había una niña montada en una motocicleta, tal vez de unos once años, se veía muy sonriente y era muy bonita, se parecía bastante a lucka. Ella se acerco a el y le dio un abrazo y una gran sonrisa, cuando nos vio su sonrisa desapareció.

-¿M-mami?- me miro aquella niña con sus ojos llenos de lagrimas.

-No Isabell, ella no es mamá- le dijo lucka dándole un abrazo para intentar calmarla.

-Lucka, mírala-dijo la niña aun con una expresión de sorpresa y tristeza a la vez.

-Lo se, se parece a mamá pero no lo es mi niña-dijo lucka con nostalgia.

La niña se acerco a mi y me miro atentamente, se le salieron algunas lagrimas y salió corriendo para la casa de la que acabábamos de salir, todos me miraban con tristeza y yo me estaba poniendo muy nerviosa, no sabia que hacer y no entendía nada de lo que estaba pasando. Lucka me miro y sus ojos estaban llenos de lagrimas y eso me hacia sentir mal, el saco de su bolsillo una imagen y me la entrego, ahí lo entendí todo.

Yo me parecía mucho a la mujer que estaba en la foto, mas por los ojos y supongo que debe ser la mama de lucka por el parecido que se ve en la fotografía, ahora entiendo por que aquella niña salió corriendo, su mama no esta aquí y ella vio en mi algo de su madre y eso había echo que se pusiera triste.

-Y-yo, no se que decir- dije viendo fijamente a lucka quien no me quitaba la mirada.

-Tus ojos son iguales a los de ella- dijo el con lagrimas en los ojos y viéndome de la forma mas tierna.

-Yo quisiera hablar con....Isabell- dije no muy segura.

-Si- fue lo único que pronuncio el chico ante mi petición.

Entramos de nuevo a la casa y la niña estaba sentada en un sofá con lagrimas en los ojos, yo me acerque a ella y le acaricie la mejilla para secar algunas de sus lagrimas, ella mantenía su mirada en mi, me tomo de la mano y sus ojitos se llenaron de agua de nuevo, agacho su cabeza y siguió llorando. Ella no soltó mi mano en ningún momento y yo tampoco lo iba a hacer, la mirada de todos estaban encima de nosotras, yo sentía como si ese dolor que ella estuviera sintiendo fuera mi dolor, no me gustaba que llorara así.

-¿Quieres que te de un abrazo?- dije preguntando con inseguridad.

-S-si, por favor- dijo ella con el ultimo aliento que le quedaba.

-Ven aquí pequeña-dije estirando mis brazos y ella me abrazo fuerte.

Me senté al lado de Isabell y la acaricie para que no llorara mas, la abrace y no pude evitar sentir una punzada en mi pecho cuando vi a lucka, su mirada estaba llena de una tristeza tan inmensa que desearía poder hacer algo para que el no estuviera así pero el no confía en mi, hasta ahora nos conocemos. Todos nos observaban y Lex me miraba como si yo me viera de una forma diferente, como si fuera una persona tan frágil y sensible igual que Isabell.

Después de estar un buen rato con isabell, ella se durmió entre mis brazos, lucka se la llevo para que ella pudiera descansar y lex y yo salimos de la casa para tomar un poco de aire, yo no me sentía del todo bien y eso era algo que mi amigo notaba sin que yo se lo dijera.

-¿Como es que..?- el tenia una expresión de no saber que esta pasando.

-N-no lo se, es tan complicado explicarlo, no entiendo nada- dije desesperada.

-Hey, tranquila, lucka y alex nos explicaran- dijo mi amigo intentando darme ánimos.

Lucka y alex salieron de la casa junto con los chicos que estaban allí hace un rato, lucka le pidió a todos que se fueran, el quería hablar conmigo a solas y eso no me molestaba pero si me ponía inquieta, estaba tan llena de sentimientos en este momento que sabia que tenia muchas preguntas y que el no respondería a cada una de ellas.

-Gracias- me dijo el a lo que yo me sorprendí.

-¿Por que ?- dije mostrando mi inquietud.

-Por calmar a mi hermana y por darle apoyo- dijo el de una manera muy sincera.

-No es nada- dije sin saber que mas responder.

-sabes, yo siempre e estado con ella desde que mamá murió y papá se fue sin ningún motivo, a pesar de que e intentado que su infancia y adolescencia no se una mierda realmente hay algo que yo nunca e podido hacer y es llenar ese vacío que ella siente. Nunca e podido ayudarla a sanar por que yo no lo e echo y no se como hacerlo, ella es lo único que me queda y no quiero perderla, quiero que ella sea feliz.- dijo lucka llorando sin parar.

-Tu no tienes la culpa de nada- dije tocándole el hombro y acariciándolo,- no es tu culpa y tampoco la de Isabell, tu no puedes controlar todo, por mas de que lo intentes no vas a poder, tu estas haciendo lo mejor que puedes y esta bien que te sientas mal por ella, no quieres que ella se convierta en....alguien como nosotros, pero luck, ella puede salvarse solo si tu te permites sanar, se que es difícil que una persona como yo te diga esto cuando ni ella a podido pero, tu tienes un motivo y ese motivo es tu hermana y tu madre que donde quiera que este debe estar orgullosa de ti por que después de tantos años aun lo sigues intentando- dije ya abrazándolo sin importarme nada.

-Gracias- dijo el chico abrazándome con fuerza como si no quisiera soltarme.

-Todo va a estar bien- dije también abrazándolo con fuerza.







Tus ojos y mi destino en ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora