Tomé asiento debajo de un árbol, sin comida, bebida ni municiones no es conveniente que siga así, tan a la deriva. No debo de estar muy lejos de la ciudad, mi última esperanza es que el centro de refugiados siga en pie, de no ser así pronto moriré de hambre o deshidratación si tengo suerte, pero si no, una de esas cosas me arrancará la piel.
Aproveché el descanso e intento sintonizar el canal de emergencia en mi radio, con suerte lo he conseguido.
–Dios, ¿alguien ahí? –doy el último mordisco a mi sandwich que ya comenzaba a tener moho–
–¿Qué hay?
–Gracias al cielo alguien que me escucha. Chica, ¿Como te llamas?, ¿estás bien?, ¿dónde te encuentras?
–_______, estoy sin recursos, pero estoy por entrar a la ciudad. Sé que hay un centro de refugiados.
–¡No! -grita y alejo el radio de mi cara, casi lastima mis oídos–, el centro es una maldita mentira, aléjate de la ciudad, ahora es de los muertos.
–¡¿Entonces?! ¿Qué demonios hago?, no tengo nada, si me quedo aquí voy a morir.
-Sal de allí si quieres vivir, ve a la cantera, estoy en un grupo, somos bastantes, estarás bien. Solo intenta estar conectada constantemente, estamos al sur de la ciudad, yo estaré para indicarte.
No me quedó de otra que aceptar, estoy cansada, tengo hambre, quiero ir al baño y me duelen los pies. Al cabo de media hora llego a una maldita subida que creí que nunca acabaría, pero después, de 40 minutos trotando por fin llegue.
–¿Quién es ella? –preguntó un anciano–, ¿de dónde salió–
–_______ –respondí cuándo noté que me señalaba–, el placer es todo suyo –dí el último sorbo de agua a mi botella–
–¿Cómo llegaste aquí? –preguntó otro hombre con aspecto policiaco–
–¿No es obvio? Caminando –rodé los ojos–. Una de las suyas me guío a través del radio –mal momento para chiste–, ningún muerto me siguió si esa es tu preocupación.
–Me alegra que hayas llegado, y espero los demás me agradezcan por traer más gente al grupo –dijo una chica rubia–, sólo creí que serías más grande –soltó una risa y se levantó de un tronco–. Deberían agradecerme por traer más gente al grupo.
–Amy, lo haría sin ningún problema si trajeras gente útil, no otra adolecente –gruñó el policía–. Esto solo será otra carga para el grupo.
–¿Quieres ponerme a prueba? –saquë mi pistola y le apunté– Maté a mi madre, llevo tres meses por mi cuenta, no soy ninguna carga. Idiota.
El hombre me arrebató la pistola y antes de que pudiera gritarme algo, Amy me subió a la casa rodante, todos me miraban raro, supongo que no es normal que una niña llegue a su campamento así de pronto.
–Soy Amy, estoy feliz de ver qué has llegado a salvo, pero no te metas con él, es nuestro líder o algo así, creo que es peligroso si lo haces enojar
–Lo siento. Pero a estas alturas no tengo porque soportar que un idiota me diga carga.
–¿Cuánto tiempo llevas sola?
–Tres meses, atacaron a mi madre y le tuve que disparar... No fue fácil
–¿Hace tres meses que la perdiste? ¿Y sigues con vida?... Eso es realmente sorprendente.
–Tres meses que estoy harta de solo oír mi voz, lo se, creí que moriría pronto. ¿Y dime cual es tu historia?
Comenzó a contarmr como fue que llego a Atlanta junto con su hermana, y todo lo que le ha pasado, le conté lo que paso con mamá, papá y Gareth. Hasta que hizo una pregunta, cuya respuesta pareció animarla.
¿Sam Elica? ¿Sabes? Hay un Sam en este campamento, igual llego técnicamente solo, a su madre la mordieron y ella murió aquí, tal vez puedas reencontrarte con el. Puedo mostrarte quien es.- dijo mientras se levantan a de la mesa del camper.
*No.- dije tomandola de la muñeca.- prefiero no hacerme falsas esperanzas.
+Pero aún así debo presentarte al grupo.- dijo soltándose de mi y bajando felizmente de la casa rodante. Al bajar ya todos estaban reunidos. Comenzó con una mujer delgada, castaña y de buen parecer, prosiguió con su hijo, Carl un adorable niño de ojos azules y pequeñas pecas, luego Shane el hombre que parece policía, luego Dale, el primero en notar mi presencia hace un rato, Carol una mujer de cabello corto, su hija Sophia, Ed, su padre, este señor me da un poco de miedo, luego prosiguió con la familia Morales, donde faltaba el padre, Jim un señor barbudo contraje de mecánico y prosiguió con los demás.- Y aún faltan .-dijo caminando hacia una casa de acampar apartada de los demás.- mi hermana, Morales, Jackie, T-Dog, Merle...
*¿Merle? Yo conocía a un Merle, aveces era tan desesperante.
+Parecido al del grupo. Y Sam, el esta en esta cabaña, es un poco solitario, hace sus deberes, y se encierra aquí hasta la comida o cena. ¡Hey, Sam! Abre esta cosa quiero presentarte a alguien.- dijo y el cierre comenzó a bajar.- es una chica, no muerde.
~Hola.- dijo mientras salía de la casita, aun no le veía el rostro, ni el a mi.- Soy Sam.- dijo ya levantado y extendió su mano, la cual tome, ambos levantamos las miradas.+Estás vivo.- dije con un hilo de voz.
Me abrazo, extrañaba sus abrazos.
~Creí que habías muerto en el campamento.- sus ojos comenzaron a cristalizarse. Al igual que los míos.
+¿Si te digo que pensé lo mismo que tú? -dije y nos volvimos a abrazar, supongo que Amy se incomodo y se fue.
Pasamos las horas platicando, lo que le había pasado a su familia, y a la mía, ambos necesitábamos sacarlo, ya era tarde y escuchamos la alarma de un auto, ambos fuimos a ver que sucedía, y llego un auto rojo, del cual bajo un sujeto que parece ser chino.
*En realidad es coreano, se llama Glenn, es un buen tipo, te va a agradar.
Amy le gritaba cosas, como "¿Donde está Andrea?" "¿Andrea está bien?" "¿por qué no esta contigo?" Y Dale y Shane cosas como "Apaga eso" "¿Donde están los demás?" "Atraerás caminantes".
Segundo después una furgoneta llego, bajo una mujer rubia, y abrazo a Amy, supongo que es Andrea, luego un señor de apariencia Latina que abrazo a su familia, el es Morales, luego un hombre y una mujer de color, que abrazaron a sus amigos supongo, en ese momento Carl y Lori se alejan ya que el chico se pone a llorar, a mi también me dan ganas de llorar, pues ya no tengo a nadie, bueno solo a Sam. Escucho a Carl gritar "¡Papá!" Y corre hacia un señor, Lori también se acercan y Shane parece no estar muy alegre. Me alejo junto con Sam, es algo deprimente para los dos.
Pero algo me hizo voltear, y es cuando veo a Joe, veo a mi padre bajar de aquella vieja furgoneta.*******************************************************************************
Espero y les haya gustado, voten porfavaaar.
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Estoy Sola. Carl Grimes. ||Chandler Riggs||
Teen FictionAún recuerdo a mi madre cantándome por la noches cuando no podía dormir, enseñándome a cocinar. Aún recuerdo a mi padre enseñándome a utilizar un arma, cuidándome junto a sus dos amigos, que por culpa de ellos termine más de una vez en el hospital. ...