Capítulo 47 (+18)

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+La estancia está ahí - señala la derecha - la habitación está subiendo las escaleras. Y por allá hay una pequeña sala de estar para entretenernos por si el clima se pone feo - señala el fondo de la casa -

-¿Llueve por aquí? - pregunto sintiéndome extraña debido a que estamos en plena flor de verano -

+Siempre llueve en cualquier lugar linda, nunca se sabe - quita su brazo de mi hombro para tomar mi mano.

Vamos de nuevo a la cocina donde Dabi abre estantes y me pregunto como es que hay tanta comida.

-¿Alguien más vive aquí?

+Esta es la cabaña donde solemos reunirnos en caso de emergencias - Dabi me mira - Esta zona es privada y nadie habita el lugar - dice - Pero hace unos días vine para acondicionar todo - asiento y recargo los codos en la isla.

Me quedo atenta viendo como Dabi prepara algo de comer.

+Ten - dice mientras deja un vaso con un liquido de color ámbar - comamos y luego saldremos.

-¿A dónde iremos?

+A la playa, es obvio - asiento y tomo un poco de lo que sea que hay en el vaso.

Mi garganta quema y pica un poco cuando el líquido entra en mi boca. Hago una mueca inconscientemente por el sabor amargo. Volteó a ver a Dabi, quien me mira gracioso y tiene sus labios apretados como si estuviera aguantando una risa.

-¿Qué? - niega y por fin veo una sonrisa en su rostro -

+Eso es wiski - quita el vaso de mis manos y le da un trago a la bebida - Ahhh-

Se queda callado mirándome y estoy segura de que lo estoy viendo como si fuera algo extraño.

+¿Sabes nadar, cierto? - dice después de un buen rato de silencio -

-Aprendí un poco.

+Bueno - se recarga cerca del fregadero - lo veremos en ese momento - Dabi termina de preparar la comida y ambos comemos en un silencio agradable.

Una vez que terminamos, cada quien lava su plato y ambos vamos a habitaciones diferentes. Dabi tiene que arreglar algo en la sala de estar y yo subo al cuarto dónde nos quedaremos.

Es una habitación amplia, con una cama matrimonial en el centro, y una alfombra blanca. También hay dos burós que acompañan el amueblado, junto con un sillón gris.

Las cortinas son de un color hueso y hay un plasma de buen tamaño frente a la cama. Busco mi maleta que está junto a la de Dabi sobre la cama. Me pregunto, ¿Cuándo llegó esto aquí?.

Cuando abro la maleta me doy cuenta que no solo hay ropa como shorts, vestidos y camisetas de manga corta; también hay unos finos y transparentes camisones y ropa interior que no lograrían a cubrir gran parte de mi cuerpo.

+¿Todo bien? - suspiro intentando disimilar el rubor que hay en mis mejillas -

-Si, todo bien cariño- Dabi inclina un poco la cabeza y se da cuenta de la ropa diminuta que empacó.

Se acerca a mi, viéndome con ese salvajismo en sus ojos y con esa sonrisa que...

Toma mi cintura con una de sus manos y me encamina al otro lado de la cama, donde delicadamente me acuesta y se pone encima mío.

Con sus manos a cada lado de mi cabeza y sus piernas aprisionando mis caderas, es más que suficiente para que el rubor que antes era casi notable, se hiciera de un color más intenso. Como el color carmín de algunas flores en aquel campo - que por cierto, ahora es de Dabi -.

Marry me - Dabi y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora