Bienvenidos, ésta ha sido una idea recién de unas fotos que he estado mirando, por lo menos, intentaré que salga algo más adelante, si les gusta, por favor, háganmelo saber, es un tanto turbulenta, pero a mi me llama la atención hacia donde mi creatividad lleva esto.
Sin más preámbulos.
******
“Veas donde veas, un bote verás, brilla, brilla, brilla más.
Donde vayas, un bote verás, yo voy a saltar.
Quiero desaparecer, dije yo. Quiero irme, dije yo. Quiero morir, ya lo sé.
Salta un poco más.
Suelta las lágrimas, así te encontrarán. Al lado del bote, pronto verás, tu cadáver brillará. Solo un brinco más.
Un árbol aquí, un árbol allá, el collar de soga tu cuello adornará, y si los árboles te llegan a fallar, el agua ayudará.
Y pronto, aquí, pronto allá, salta, salta, un brinco más, apenas te desprendas, el árbol tu tumba sellará.”
La chica se meció en el columpio que se encontraba ahí, delante de su hermano, cantaba, fijándose en la nada. Su capa le llegaba a las pantorrillas, negra con rayones grises, al igual que el cielo oscurecido, y la capucha le tapaba hasta la nariz, solo reflejando las lágrimas que descendían por las mejillas.
Acacia lloró y cantó, hasta que el bebé quedó dormido, y entonces se puso en pie, de su cinturón sacó una cuchilla y cortó la soga del columpio, armo unos cuantos nudos, tiró la soga del otro lado del árbol, se subió en éste, apretó la soga alrededor de su cuello y luego saltó.
Cuatro horas después encontraron al cadáver de Acacia Grimm, y su hermano—plácidamente dormido—en el borde del lago.
ESTÁS LEYENDO
La Capa de Aquel.
RomanceÉl no puede recordar su pasado. Ella desearía poder deshacerse del suyo. Con sed de incertidumbre, ambos se unirán para descubrir la causa de las atrocidades que los acechan. Un mal que va detrás de tres linajes no tan distintos, varias promesas, un...